Las torrenciales lluvias registradas en diversos departamentos del país han dejado desde diciembre a la fecha más de 22 mil damnificados, informó el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Luis Palomino.
“En cuanto a lluvias se refiere, es una cifra récord de los últimos años, debido al cambio climático que está afectando no sólo al Perú sino al mundo entero”, sostuvo en RPP.
Indicó que el Cusco ha sufrido frecuentes deslizamientos y aniegos a consecuencia de las lluvias, pero estimó a que fines de marzo estas podrían disminuir.
DESBORDE DEL QUESERMAYO
Acerca del desbordo del río Quesermayo, en el distrito de Taray, en la provincia cusqueña de Calca, que dejó al menos seis muertos y nueve heridos, manifestó que el gobierno regional actuó de manera rápida frente al fenómeno natural.
“El mismo presidente regional, Hugo Gonzales, se dirigió hacia la zona de la emergencia y dispuso las operaciones de ayuda para los damnificados”, refirió.
Según el último reporte de daños del Indeci, publicado en su página web, de diciembre a marzo las lluvias han dejado 26 mil 433 personas damnificadas y 117 mil 762 afectados.
LAS CIFRAS
Se reporta, además, 33 fallecidos y 14 personas desaparecidas, 10 mil 087 viviendas destruidas, 28 mil 894 afectadas, diez instituciones educativas destruidas y 134 afectadas, 29 mil 671 campos de cultivos destruidos y 61 mil 405 afectados.
Palomino pidió a la población que vive en zonas vulnerables acatar las recomendaciones dadas por las autoridades locales frente a las lluvias.
“Si están en una zona como una quebrada y saben que puede activarse, pues deben retirarse hacie otro lugar seguro o ir a la casa de un familiar, porque de no hacerlo están arriesgando su vida”, dijo.
PLAN DE ACCIÓN FRENTE A UN SISMO
Frente a un terremoto manifestó que es fundamental que la familia tenga un plan de acción, “que se pongan de acuerdo qué hacer en casa de suceder una emergencia de este tipo”.
“Si hay niños y ancianos en casa hay que ponerse de acuerdo sobre quién los va a auxiliar. Asimismo mantener la calma para mirar alrededor y divisar los lugares peligrosos”, dijo al señalar que se debe tener a la mano una linterna y una radio.
Dijo que de darse en Lima un terremoto de 8.8 grados de magnitud como el ocurrido el sábado último en Chile, los daños serían considerables.
Identificó a la población más vulnerable la asentada en el Centro Histórico de Lima, y en los distritos del Rímac y de La Molina, este último debido a que su suelo es muy blando y está situado entre dos líneas de cerros.
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