La crecida del Paraná también se hizo sentir en algunos bares de la ribera rosarina y si bien la situación no alteró el ritmo habitual de estos comercios, no son pocos los que están pensando en buscar a futuro una solución definitiva para este tipo de problemas. En la costa central, el bar Davis (bulevar Oroño y avenida de la Costa), hizo punta realizando un estudio sobre el perfil de la barranca. Desde la Municipalidad aseguraron que "no hay peligro alguno en la estabilidad de este sector" y anticiparon que una vez que bajen las aguas, habrá soluciones técnicas para corregir la erosión.
"Tuvimos que correr un metro hacia adentro dos barandas porque el agua había erosionado la base de hormigón", relató el socio gerente del bar Davis, Diego Liñan. Y aseguró que la situación no afectó al normal funcionamiento del local, aunque sí planteó la necesidad de proponer una solución más estructural al problema, sobre todo pensando en que la situación podría replicarse en el futuro.
Según Liñan, el edificio del bar no tiene riesgo alguno porque está situado un metro por encima del punto que alcanzaron las aguas en su nivel máximo histórico. "En esta ocasión fueron las lluvias y la crecida las que socavaron la base en la que están asentadas las barandas, por eso las corrimos en forma provisoria y ahora las reforzaremos junto a la Municipalidad", detalló.
Según el comerciante, a esta altura de un verano de precipitaciones copiosas y con el río en alza, ya cursaron varias notas a la Municipalidad para hacerles conocer la situación. Además, impulsaron un diagnóstico técnico de la barranca para encontrar una salida estructural al problema de la erosión. "Hay más de una solución, habrá que buscar la más factible en la relación costo y técnica", comentó Liñan y anticipó que esperan trabajar en forma conjunta con la Municipalidad.
"El agua provocó una fisura en la viga que sostiene las barandas de contención del bar Davis, un socavamiento no muy grande", describió el titular de Obras Públicas, Omar Saab, y confirmó que en lo inmediato se reforzará el traslado de las mismas hacia adentro de la costa. Además, anticipó que una vez que el río retome su caudal habitual, se buscará una solución técnica para ese problema.
El ingeniero civil Edgardo Alvarez explicó las características del diagnóstico realizado en la barranca. "Se hizo un estudio geotécnico, batimetría (perfil bajo las aguas) y sondeo", explicó. Y dijo que se trata de una valoración para conocer el grado de factibilidad de futuras obras. "A partir de este estudio, un profesional puede generar un proyecto entre los diversos posibles", consideró.
Sin daños. El restaurante Peña Bajada España también sintió el efecto de las aguas. El clásico ascensor que utilizan sus clientes no puede llegar hasta el último nivel (el río) porque está anegado. “No afectó el funcionamiento, el único problema es que el ascensor sólo llega hasta la terraza, desde ahí al club hay que utilizar la escalera”, explicaron. El resto de los bares y restaurantes que dan sobre la costa no resultaron afectados.
En La Florida, el administrador, Oscar Borra, aseguró que sólo se anuló la barra tropical del parador La Coneja. El resto de las instalaciones no acusó impacto, porque están alejadas del agua. Y aseguró que el lugar dispone de “un sector muy amplio de playa, limpio de camalotes”.
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