Uno de los temas a considerar a partir de las inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires es el del mantenimiento de los subtes. A poco de iniciadas las lluvias las líneas de subtes debieron ser interrumpidas debido a la acumulación de agua en las vías. Este problema agravó severamente el tránsito en varias zonas de la Ciudad con el consiguiente trastorno de automovilistas y usuarios del transporte público.
El subte es una vía neurálgica de transporte que, aún sin inundarse, somete a los usuarios a dificultades cotidianas por el insuficiente alcance de las líneas, los cortes y atrasos por motivos gremiales o de deficiencias en el servicio y, en el verano, las elevadas temperaturas. Es necesario por lo tanto, avanzar en la extensión de los recorridos y mejorar el servicio, tareas a la que debe agregarse ahora determinar cual es la causa de las inundaciones subterráneas y comenzar a tratarlas porque, como señalan los analistas del clima, existen grandes probabilidades de que se repitan en años próximos.
Las inundaciones causaron inmediatas interrupciones del servicio de subterráneos. Es necesario encarar los trabajos para evitar nuevos problemas en un transporte crucial para la Ciudad.
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