La tormenta que comenzó anteanoche y tuvo su punto más intenso durante la madrugada de ayer, cuando cayeron casi 140 milímetros de agua, provocó anegamientos importantes en los barrios más bajos, daños materiales en varias viviendas, evacuación de más de 40 personas y suspensión de clases en casi 30 establecimientos educativos públicos situados en distintos puntos de la ciudad.
Los chaparrones más fuertes se padecieron entre las 2 y las 4 de ayer, momento en el que familias enteras debieron reclamar ayuda e incluso buscar un nuevo techo donde resguardarse ante la acumulación de agua, que, en algunos casos muy puntuales, alcanzó en esas horas el medio metro de altura.
Pérdida total
Cientos de familias padecen la pérdida de colchones, frazadas y ropa, además de los daños que la inundación de sus casas originó en el mobiliario de madera que, en buena medida, no tendrá otro destino que quedar definitivamente fuera de uso.
Cuando amanecía y las lluvias daban la primera tregua, casi una decena de familias ya se habían instalado en la sede de la Sociedad de Fomento Fortunato de la Plaza en busca de un espacio seco para sus hijos y un alimento caliente.
"Tuvimos que dar respuestas prontas porque es gente que ha perdido todo o casi todo", dijo María Tabeada, responsable de esta sede vecinal.
El agua corrió con fuerza desde las zonas más altas hacia las más bajas. Así, frente a la Base Naval, se pudo percibir el desmoronamiento de un sector del Golf Club Mar del Plata que linda con el bulevar Patricio Peralta Ramos. En inmediaciones del estadio Mundialista también hubo inundaciones importantes, lo mismo que en los barrios Bosque Alegre y General Pueyrredón, al igual que en otros de la zona oeste.
"La cantidad de agua caída en tan poco tiempo fue fenomenal", explicó el intendente Gustavo Pulti, ante el colapso de algunas redes de desagüe. La situación comenzó a normalizarse al amanecer, y durante el resto de la jornada se pusieron en marcha acciones para ayudar a las familias que sufrieron daños en sus viviendas, algunas de las cuales deberán esperar hasta hoy o mañana para poder regresar a sus casas.
También se produjeron algunos cortes de energía por anegamiento de cámaras subterráneas, situación que se resolvió también en las primeras horas del día.
Ayer a la tarde hubo nuevas lluvias, pero de mínima intensidad, lo que favoreció a las familias que trabajaban para acondicionar sus casas afectadas por el agua. Fueron los últimos chaparrones, ya que se espera a partir de hoy un fin de semana con buen clima y con mucho sol.
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