La cantidad de agua produjo una de las mayores inundaciones en la historia de la ciudad. Cientos de vecinos quedaron con sus viviendas en ruinas y hubo daños materiales incalculables.
Las imágenes impactaban. Era una ciudad bajo agua, con viviendas, calles, autos y cientos de personas afectadas. Recorrer Santa Rosa en la tarde de ayer fue acercarse demasiado a una zona de desastre. Los más de 160 milímetros que se registraron durante gran parte de la jornada dejaron un saldo inicial de 45 evacuados, barrios enteros casi sumergidos, accidentes, prolongados cortes de luz y daños materiales por un valor difícil de dimensionar.
El panorama fue desolador, con vecinos que perdieron todo, con habitaciones inundadas en el Hospital, la zona del Casino y del Tiro Federal con verdaderos ríos de correntadas marrones, la confitería de la terminal de ómnibus con más de 20 centímetros de agua, un gomón que servía para rescatar gente y cloacas desbordadas que hacían aflorar su nauseabundo contenido hacia el interior de los hogares.
Para tener un registro similar hay que remontarse a una noche de noviembre de 1976, hace 34 años, cuando cayeron 207 milímetros y Santa Rosa quedó bajo el agua.
Ayer, la ciudad colapsó desde temprano, porque la fortísima lluvia que comenzó minutos después de las 14 y que se extendió hasta después de las 16 fue la que generó los mayores inconvenientes. Y en ese marco se multiplicaron los pedidos de ayuda y, por supuesto, las quejas y los reclamos.
Los datos oficiales hasta las 21 registraron 156,7 milímetros. La tormenta comenzó a las 12:40, con algunas lloviznas hasta que a las 14:05 se desató el aguacero más violento. Entre esa hora y las 17 Santa Rosa sufrió las peores consecuencias, aunque la lluvia luego nunca cesó, sólo disminuyó su intensidad durante períodos, pero siempre enlazados con otros chaparrones.
Anoche, el último parte del servicio meteorológico anunciaba más lluvias, por lo tanto la situación en las zonas más afectadas tendía a empeorar, al tiempo que el personal destinado a la evacuación de personas seguía con sus tareas (mas información sobre los operativos en página 32). Para hoy, en tanto, se anuncia una jornada con algunas lluvias y tormentas durante la mañana, luego mejorando por la tarde.
Panorama de miedo
Recorrer las calles de la ciudad servía para recoger en imágenes y palabras situaciones que muy pocos tienen en la memoria con un registro similar. Por eso en el barrio Santa María de las Pampas, uno de los más perjudicados, la tensión fue en aumento con el correr de las horas.
Allí, los indignados vecinos llegaron a cortar la avenida Circunvalación y hubo duros intercambios de palabras con autoridades de vialidad, personal municipal y hasta representantes vecinalistas.
"Es la segunda vez que nos pasa, y tengo toda la casa con casi un metro de agua, ¿me quieren decir quién me va a pagar todo lo que perdí? Esto no es sólo responsabilidad de Francisco Torroba, porque viene de antes y ya nos pasó con Tierno de intendente, pero nadie lo soluciona", decía una señora con las lágrimas a punto de explotar.
El intendente Torroba estuvo en el lugar y trató de llevar tranquilidad, sin embargo los propietarios se negaban a dejar sus casas por temor a robos. Los ánimos estaban muy caldeados mientras la lluvia no se apiadaba de nadie.
Barrios altos y bajos
Alejarse del Santa María de las Pampas en cualquiera de las dos direcciones de la Circunvalación mostraba el mismo escenario, barrios bajo el agua más allá de la condición social de los habitantes. Hacia el Casino, en toda la zona aledaña de Villa Martita, donde viven varias de las familias más acaudaladas de la ciudad, las calles tenían más de un metro de agua, tanto que algunos autos fueron arrastrados y sólo se podía ver el techo.
También en la Illia, a la altura del Tiro Federal, el agua tapó incluso la ruta 5, en la colectora había autos sumergidos y un local comercial de muebles de alta categoría sin luz y con agua en el interior.
Otros sectores que sufrieron las peores consecuencias fueron los barrios Malvinas Argentinas y Villa Germinal. Los cuencos se desbordaron e inundaron calles, veredas y casas. Sobre Raúl B. Díaz y Montaldo era imposible circular, el agua sobrepasaba la cintura y hasta un transporte escolar dejó a cinco chicos en plena calle para que se fuesen solos hasta sus casas, que seguramente estaban atestadas de agua.
Los colectivos de transporte público no ingresaban al barrio, el servicio se interrumpió y cientos de personas estaban varadas, sin chances de llegar a sus hogares porque los taxis tampoco circulaban o no daban abasto.
Un padre cargaba a su hijo enfermo en brazos y recorrió Montaldo con el agua casi hasta la altura del pecho para que se lo llevara una ambulancia. Escenas de ese tipo abundaron en diversos sectores de la capital provincial.
El barrio Aeropuerto, sobre todo en el pasaje Onofre Rey, y la calle Duarte eran verdaderos ríos que arrastraban todo a su paso, tanto que la municipalidad estacionó un camión cisterna en una esquina para impedir el tránsito.
En ese barrio fueron muchos los vecinos que sufrieron el desborde de las cloacas internas, por lo tanto los hogares se llenaron de fluidos fecales. La combinación del piso inundado con el olor nauseabundo en un comedor donde un bebé tomaba la mamadera era difícil de describir.
Los barrios Butaló, Plan Federal, Plan 5000 y Escondido también sufrieron múltiples inconvenientes, al tiempo que un geriátrico de la avenida Luro debió ser evacuado por la cantidad de agua en su interior.
En Villa del Busto también hubo viviendas inundadas, y en la calle Mendoza el agua superaba el metro de altura, por lo que varios autos fueron arrastrados y otros quedaron varados.
Hospital, Ciudad Judicial y Terminal
La lluvia afectó a uno de los lugares más sensibles de Santa Rosa, el hospital Lucio Molas. Obstetricia, Tocoginecología, terapia intermedia, el sector de cocina y el sótano con calderas fueron de los más perjudicados. En algunas habitaciones madres daban de amantar a los bebés con el piso cubierto por el agua.
Las goteras eran evidentes, con agua que llegaba hasta los controles eléctricos, con el consiguiente peligro de la situación.
En la Terminal, en tanto, el principal sector afectado fue la confitería, aunque también tenían agua en su interior el kiosco y el sector de encomiendas.
El flamante edificio de la Ciudad Judicial también tuvo problemas aunque el agua sólo llegó a algunos sectores de los subsuelos.
Hoy no hay clases
El gobierno provincial informó ayer mediante un comunicado de prensa que, debido a la situación dada por las precipitaciones caídas el lunes y que anegaron calles e inundaron escuelas, que hoy no se dictarán clases en los establecimientos educativos de la ciudad de Santa Rosa. Ayer se había inaugurado el ciclo lectivo y habían comenzado los cursos los alumnos y alumnas del nivel inicial y el primario. Mañana, en tanto, le tocará comenzar al ciclo secundario.
Alojan a los evacuados en dos albergues
El informe municipal de la crisis desatada por la histórica precipitación de la víspera puso al barrio Santa María de las Pampas como el más afectado. "Los desagües colmaron su capacidad de desagote y no dan abasto para evacuar toda el agua que viene tanto desde el sur como desde el norte, por la cuneta de la avenida Circunvalación", decía un parte de prensa de la hora 21. Varias cuadrillas lograron momentos después desviar el agua hacia la laguna Don Tomás a través de la calle Convención Provincialista. La Cooperativa Popular de Electricidad había cortado la electricidad para evitar accidentes pero estaba tratando de brindar el servicio en la escuela para alojar allí a los evacuados.
Otro sector crítico de la ciudad era el barrio Escondido. El canal a cielo abierto que evacua el agua de ese sector de la ciudad se desbordó y fue necesaria la intervención del Ejército, con unidades Unimog, dada la imposibilidad de acceder con vehículos municipales para evacuar a las familias más perjudicadas por el temporal.
Un problema previsible, denunciado hasta el hartazgo por los vecinos, tuvo lugar en las zonas de Villa Germinal y Malvinas Argentinas que rodean los cuencos. Ambos rebasaron anegando las zonas circundantes. La Dirección de Acción Social intervino en todas las viviendas que lo solicitaron y se derivaron a los evacuados a los centros destinados para tal fin.
Don Tomás.
La laguna Don Tomás, que en agosto del año pasado llegó a su cota más baja después de años, ayer estuvo a punto de desbordarse. Las autoridades reaccionaron a tiempo para derivar el agua al cuenco norte y aliviar la situación del mayor, el receptor de todo el agua de la ciudad. La precipitación de ayer, sumada a las que se vienen sucediendo desde septiembre, logró que el nivel de agua no sólo se recuperara tras la extensa sequía, sino que lo llevó al punto más alto.
Las rutas nacionales 35 y 5, de acuerdo a lo informado por Vialidad Nacional y la policía, presentaban agua arriba de la calzada en algunos tramos. Hubo anegamientos en la zona del Tiro federal, las viviendas ubicadas detrás del Casino y el Plan 5000.
Cumbre.
El intendente Francisco Torroba recorrió la ciudad en horas de la tarde. En un breve contacto con este diario describió parte del panorama que pudo observar. Sobre las 19 volvió a su despacho donde se reunió con el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, César Rodríguez, quien puso a su disposición la logística de Defensa Civil y la Policía. El municipio quería asegurar a los vecinos que accedieran a ser evacuados que sus bienes iban a estar resguardados por la fuerza provincial, pero fue difícil convencerlos para que dejen sus casas, aun a riesgo de sufrir accidentes.
Más tarde, sobre las 20, el gobernador Oscar Mario Jorge se hizo presente en el despacho del radical. Llegó junto con Paulo Benvenuto, ministro de Obras Públicas, y Jorge Varela, titular de Hidrocarburos y ex secretario de Obras y Servicios Públicos de esta capital mientras Jorge fue intendente. Otro que pasó por la comuna fue el jefe de la Policía, Ricardo Baudaux. Los uniformados tuvieron ayer una ardua tarea, respondiendo a los llamados incesantes de los vecinos de distintos puntos de la ciudad, sobre todo por problemas de tránsito.
Centros de evacuación.
Los centros habilitados por el municipio para recibir a los evacuados fueron cinco: el albergue municipal, ubicado en el Parque Don Tomás; el albergue provincial, sobre Avenida Perón; el salón de La Usina en la CPE, 1º de Mayo y Raúl B. Díaz; el salón de la comisión vecinal de Villa del Busto, Joaquín Ferro y Río Negro; y la escuela del barrio Santa María de las Pampas. Los albergues dieron techo anoche a los 45 evacuados (ver página 12).
El municipio solicitó a los vecinos que aporten frazadas, ropa, especialmente para niños, colchones y zapatillas. Las donaciones deben ser llevadas a los centros de evacuación mencionados o a la Dirección de Acción Social de la comuna.
Además recomendaron evitar salir de la vivienda si no es necesario, no circular con vehículos por las calles anegadas y extremar los cuidados con la electricidad en el hogar. Los números a los que se puede acudir en caso de emergencias son: 435555 (Centro de Reclamos del municipio), 100 (Bomberos), 101 (Policía) y 103 (Defensa Civil).
Colectivos.
La empresa Plaza informó que a raíz de la intransitabilidad que presentan las calles de tierra, se adoptaron recorridos de emergencia en todas las líneas. El detalle no es menor, ya que las unidades sólo transitarán por calles asfaltadas hasta que pase la emergencia. Ayer, muchas personas sufrieron con la reducción de los recorridos, puesto que debieron completar a pie o como pudieron el resto del camino a casa.
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