Una lluvia torrencial, unos 157 milímetros de promedio en ocho horas, colapsó la ciudad de Santa Rosa. Hubo evacuados en los barrios más afectados: Zona Norte, Santa María de las Pampas, Escondido, Villa Tomás Mason, Villa Navarro Sarmiento y Malvinas Argentinas, que sufrieron una situación de catástrofe. El fenómeno, inusual, dejó al desnudo la construcción de barrios sin infraestructura, el diseño de otros barrios en zonas inundables (un tramo del Plan 3.000 ubicado en la línea del desagote natural de la ciudad, la laguna Don Tomás) y una distribución de niveles de los desagües en el centro de la ciudad que no responde ante una lluvia como la de ayer. Por la emergencia se saturaron las líneas de Defensa Civil y de la Municipalidad, la ciudad se quedó sin servicio de colectivo y sin energía eléctrica (por riesgo de electrificación). Defensa Civil, la Policía, Bomberos y Gendarmería trabajaron en la emergencia.
La gente, en muchos casos, se fue a dormir la siesta y cuando se levantó advirtió la dimensión de la lluvia. En otros casos intentaron seguir la jornada en forma normal: esto colapsó algunas calles. En muchos casos denunciaron que los vehículos más grandes (camionetas 4x4 y camionetas tracción simple) andaban en contramano o atravesaban los cordones, lo que generaba inconvenientes en el tránsito y en las calles.
El Servicio Meteorológico Nacional midió que la lluvia caída entre las 14:05 y las 19 horas en esa estación fue de 138 milímetros.
Hubo evacuados en el norte, el oeste, el este y el sur de la ciudad. Los evacuados pertenecen a los barrios Escondido (allí entraron los camiones Unimog del Ejército a evacuar la gente), Zona Norte, Villa Germinal, Villa Navarro Sarmiento (alrededor del Casino) y Santa María de las Pampas y a un geriátrico al sur de la ciudad.
En el barrio Santa María de las Pampas la gente no se quería ir de sus casas, a pesar de la promesa de las autoridades de reforzar la custodia policial. El temor era a los robos.
La lluvia comenzó a la 12. A las 14:05 se desató un aguacero. Y hasta las 19 horas cayeron 138 milímetros. Pero no paró: hasta las 21 horas (la medición oficial que toma el Servicio Meteorológico Nacional) ya se agregaron otros veinte milímetros para totalizar una marca de 156,7 milímetros.
Crónica de
un aguacero
La lluvia se desató pasadas las 14 horas. Fue torrencial durante casi dos horas. En ese lapso la ciudad colapsó: en las redacciones la gente comenzó a llamar. Primero llamaron personas que tenían sus viviendas en cercanías de las bocas de tormenta; después, las casas ubicadas sobre los desagües y finalmente estallaron los reclamos y las quejas desde los barrios que circundan la ciudad. Y hubo una segunda etapa después de las 16:30 horas: cuando parecía que paraba, se descargó otro chaparrón. Lo mismo se repitió a las 17:15 y a las 17:40 horas.
Uno de los lugares más afectados de la ciudad es Santa María de las Pampas. El barrio se inundó a las pocas semanas de su inauguración, en el año 2007, entregado pocos días antes de las elecciones. Ahora el barrio llegó a tener unos 70 centímetros de agua en las calles. La gente salió en forma masiva a las calles. Los chicos aprovecharon para divertirse: nadaban en medio de la calle en los primeros momentos, pero después se hizo peligroso.
La situación se puso difícil en pocos minutos. El colectivo de Plaza ya no pudo ingresar, porque no podía bajar a las calles de tierra. Tanto la calle que va a la feria Batistoni como la Circunvalación están un metro y medio arriba del nivel de las calles del barrio. Esto convirtió al barrio en una gran pileta. “Es un lago”, dijo el intendente Francisco Torroba para graficar la situación en ese barrio durante los primeros minutos. En el barrio Escondido las casas llegaron a tener 40 centímetros en su interior. Los vecinos tomaron medidas de emergencia en las primeras horas. Después fue la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE) la que cortó el servicio de energía eléctrica.
La emergencia provocó el corte de la avenida Perón, lo que interrumpió el tránsito. Una camioneta quedó montada en el “guard rail” a la altura de la calle Siete Colores, el límite entre los ejidos de Toay y Santa Rosa.
Fabián Sánchez, de la Comisión Vecinal del barrio Obreros de la Construcción, dijo que “esto es un desastre. Tenemos el barrio inundado. Y los colectivos no entran. Nos dejan en la entrada y no quieren pasar”.
El intendente de Santa Rosa, Francisco Torroba, dijo que “estamos con más de 100 milímetros en dos horas. Una ciudad que no está preparada para esto... Los barrios construidos en zonas deprimidas como el Federal, Malvinas, barrio Escondido”. En esas primeras horas el intendente dijo que estaban preparando maquinarias para evacuar gente.
“Es un barrio que de acuerdo a los niveles, hay un error de ubicación. Va agua de la Circunvalación, desde el Casino y desde la rotonda del avión. Tiene una situación de precariedad pluvial”, dijo. Hubo lugares en los cuales ni las maquinarias de la Municipalidad ni de los bomberos pudieron ingresar a los barrios.
Con el correr de las horas, otros barrios sufrieron situaciones complejas. El Ministerio de Educación suspendió la salida de los chicos de la escuela: a la hora de la salida, las 17:15 horas, la ciudad estaba colapsada. Desde los barrios los autos de menor porte no podían llegar y los colectivos estaban suspendidos. Después el Ministerio de Educación suspendió las clases para hoy, el segundo día del ciclo lectivo.
También con el correr de las horas, los lugares de evacuación se llenaron de familias.Los propios vecinos de Santa Rosa se convirtieron en cronistas. Relataron a los cronistas de El Diario su padecer. Esos testimonios, que se volcaron en las líneas abiertas de los diarios y las radios, armaron la radiografía de una catástrofe que sufrió la ciudad, profundizada por años de obras mal hechas.
José Luro y Anza (FONAVI 34, 27 bis, Pampa): una vecina llamó, entre llantos, para decir que “hace cuatro meses que llamo para que vengan a limpiar las bocas de tormenta. Y no vienen, no vienen esos h.d.p....”.
Ameghino y Circunvalación: alcanzó a las 16 horas su punto máximo, con más de un metro.
Avenida Perón: se inundó. La empresa Dumas interrumpió el servicio durante varias horas. Los puntos más críticos fueron las casas del barrio Vial que dan a la colectora. Se volvieron a inundar las casas, esta vez con más de 80 centímetros de agua. Los vecinos reclamaron que cortaran el tránsito, lo que se decidió después de las 16 horas.
Pasaje Burgos, Newbery, Rogers, Gardel: las casas sufrieron el colapso de las cloacas. Esta situación se produjo en los primeros minutos del primer chaparrón, pasadas las 15 horas. Los vecinos se ayudaron entre ellos a levantar los muebles y salvar los electrodomésticos.
Ameghino: en pocos minutos la calle fue un río. Aunque fue evidente que funcionaron los desagües. Pero fueron varios los automovilistas a los que se les paró el auto y otros que dejaron sus vehículos estacionados los tuvieron que buscar a 100 metros porque el agua los arrastró.
Raúl B. Díaz y Almirante Brown: las dos calles que cruzan el barrio Villa del Busto se llenaron en las primeras horas del aguacero. Alcanzó unos 40 centímetros la altura del agua. La corriente, en algunos tramos de esas calles, se llevó los autos de los vecinos.
Butaló: se abrieron zanjas y se inundaron.
Circunvalación y Luro: el geriátrico “Reencuentro” se inundó. Un familiar de una persona internada dijo que “la directora me avisó que están todos arriba de las camas porque está todo inundado”.
Claudia Coronel, del barrio Escondido: “ Estamos todos bajo agua. Tenemos mucha agua dentro de las casas. No hay nada funcionando. Cada uno está en su casa. No se ha acercado nadie. Tengo como 40 centímetros de agua”.
Avenida Spinetto: desapareció el cantero central en unas seis cuadras entre Duarte y González.
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