Silvia Dileo (52) es una luchadora. Pero ayer parecía vencida: “Esto me mata”. Vive al lado del cuenco de la calle Juan Vaira al 2.700, en el barrio Malvinas, en el norte de Santa Rosa. Desde la parte superior del dúplex, que construyó con el trabajo de 22 años, miraba el desolador panorama.
El cuenco, diseñado hace 15 años para una emergencia y por el que los vecinos vienen reclamando una solución, ahora se vino sobre su casa.
Silvia es una historia más de miles de santarroseños. Ella se hizo su casa con esfuerzo. Otros viven en casas baratas de barrios, construidas en malos lugares, que en una tarde se pueden llevar el esfuerzo de años.
“Esto era lo que temíamos. Perdí todo. Me quedaron las paredes”, dijo Silvia Dileo. El agua, que llegaba a unos 40 centímetros, tapó sus sillones de pana, arruinó lavarropas, heladera, microondas y la computadora. “Los sillones de pana los pagué en cuotas, en muchas cuotas. Y ahora no sirven para nada”, dijo Silvia.
Está desesperada. Se lamenta porque perdió la computadora. “La uso para estudiar. Estoy estudiando farmacología. Quiero recibirme a mediados de año, porque trabajo en Salud y con lo poco que cobro, si me jubilo no cobro nada”, dijo. Le confió sus temores al cronista de El Diario. Espera una ayuda como miles de santarroseños.
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