Después de dos décadas de colaboración científica iniciada por Mario Núñez, director (saliente) del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEN) y el Conicet, y Hervé Le Treut, director del Instituto Pierre-Simon Laplace, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), acaba de crearse una Unidad Mixta Internacional que sella la cooperación entre Francia y la Argentina en las ciencias del medio ambiente.
El Instituto Franco-Argentino de Estudios sobre el Clima y sus Impactos, que ayer se presentó en sociedad en la embajada de Francia en Buenos Aires, intentará observar, comprender y predecir la evolución del clima no sólo en el nivel mundial, sino, lo que es tal vez más importante, en el regional o local. Para eso, se requieren no sólo laboratorios importantes que estimulen el trabajo interdisciplinario de meteorólogos, físicos y oceanógrafos, sino también que cuenten con los equipos indispensables para realizar las innumerables mediciones que exige el caótico sistema climático.
El nuevo centro franco-argentino tendrá un nuevo edificio cuya construcción debería completarse en dos años y en terrenos de Ciudad Universitaria, explica la doctora Carolina Vera, hoy vicedecana de la FCEN y próxima directora (desde el 20 de este mes) del CIMA.
"El CIMA es el centro argentino con mayor masa crítica para el estudio del cambio climático -dice Vera-. Ahora, lo que se hace en la práctica es expandirlo para incorporar el componente francés."
No es casual que Le Treut -que en esta oportunidad llegó al país como miembro de una delegación del CNRS integrada también por Dominique Le Quéau, director del Instituto Nacional de Ciencias del Universo y por Claire Giraud, directora adjunta de Relaciones Internacionales- se sienta inclinado a afianzar lazos con la ciencia local: casado con una meteoróloga argentina y capaz de expresarse en un correctísimo español, está convencido de que el tema climático exige un intercambio de datos que no reconoce fronteras.
"Uno tiene que estudiar las cosas desde un punto de vista no sólo global, sino también regional -afirma-. Eso es lo que nos permitirá entender cómo funciona el sistema Tierra y analizar cómo sus procesos repercuten en cada lugar, que es lo que nos interesa más. Porque si hay algo de lo que estamos seguros, es que el cambio del clima tendrá efectos concretos, y que van a ser fuertes."
|
|
|