A raíz de una serie de trascendidos que corren en forma de mensajes de correo electrónico, la regional Comahue del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep) salió a ratificar que ni el terremoto de Chile ni sus réplicas ni los movimientos que se registraron en territorio argentino en los últimos días, afectaron las obras hidráulicas de los ríos Limay y Neuquén.
El Orsep Comahue observó que existe "irresponsabilidad de quienes pretenden infundir temor en la población aduciendo, de manera falsa e infundada, la existencia de problemas que podrían afectar la seguridad de las presas de la región".
Se refería, no sólo a lo que se pudo escuchar en los últimos días en algunas radios, sino a los mensajes de correo electrónico que, esencialmente, dicen cosas parecidas: en definitiva, que el sismo afectó una presa, entre las que sobresale El Chocón.
"Río Negro" aclaró la semana pasada que tanto el Orsep como la empresa que tiene la concesión, Endesa, desmintieron daños en la estructura de la obra.
"El Orsep considera necesario reiterar la información que ha sido difundida hasta la fecha a los distintos medios de comunicación por autoridades del organismo: el sismo ocurrido en la madrugada el pasado sábado 27 de febrero, con epicentro en las cercanías de la ciudad chilena de Concepción, así como las sucesivas réplicas del mismo, no han provocado daños ni consecuencias adversas en ninguna de las presas de la región", dice el comunicado oficial.
En el norte de la Patagonia, las presas bajo jurisdicción del Orsep son Alicurá, (concesionada a la estadounidense AES), Piedra del Aguila (Sadesa, del grupo argentino Miguen-Bemberg), Pichi Picún Leufú (la brasileña Petrobras), El Chocón, Arroyito (ambas de la española Endesa) y Cerros Colorados (de la también estadounidense Duke Energy).
"El Orsep, como responsable de la fiscalización de la seguridad de estas presas, recibe en forma continua y permanente la información relativa al estado de las mismas por lo que está en condiciones de informar y afirmar que todas las presas de la región se encuentran totalmente seguras y funcionando normalmente", dice el comunicado.
En uno de los mails que dan vueltas de casilla en casilla se habla de grietas en El Chocón, tal vez mezclando las fisuras que sí existen en Piedra del Aguila y que, ahora que el cemento fraguó, comenzarán a planificar la reparación este año.
Todas las presas de la zona tienen gran cantidad de instrumentos que miden, desde el interior, el más mínimo cambio. En El Chocón ese monitoreo es mayor porque por debajo de la obra, de lado a lado, de manera paralela a su coronamiento, corre una galería subterránea que permite auscultar la mole desde abajo.
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