NORTE visitó nuevamente los campos en la región de los Bajos Submeridionales. En este caso, a diez kilómetros sobre Intimayo, en el paraje El Palmar, en la propiedad del productor ganadero Indalecio Kalbermater, quien acudió al lugar con un escribano: “Ya no sé más qué hacer, no puede ser que haya llovido hace más de una semana y tengamos agua, como si hubiera sido hace minutos.
En su relato, planteó: “No sé si será porque algunos han tapado algunos tramos de los bajos o bien por la falta de profundidad; pero lo cierto es que 140 hectáreas están bajo agua. Hay una represa que cruza por el medio de mi campo, que está rebasada. Es decir, esa agua que proviene de los canales de los lugares cercanos a Santa Sylvina quedan aquí, no hay salida”, comentó Kalbermater.
Por otro lado, resaltó que es el único productor que cerca de los bajos submeridionales tiene agua en su propiedad, por lo que debe existir una solución inmediata. ”Hay otro colega que tiene el mismo problema, pero con la represa que recibe el agua de los canales que provienen de la región de Coronel Du Graty, el campo está bajo agua. Hay un problema que requiere un estudio y una recorrida por la zona rural implicada”, precisó.
Escuela 856
En tanto, otro de los lugares cercanos a los Bajos Submeridionales del sudoeste chaqueño y que están bajo agua es la zona de la Escuela 856, de El Palmar. Su directora, Mabel Romero, contó la difícil situación por la que atraviesan sus los alumnos: “Desde siempre tenemos este problema. Cuando llueve, el agua no tiene salida. No sé si es porque se tapan las salidas en los campos aledaños o los canales son muy playos. La cuestión es que llueve y seguro que el agua inunda todos los alrededores de la escuela”, comentó.
Así, agregó: “Tanto es así, que los alumnos deben atravesar los caminos a pie y encima descalzos. Menos mal que todavía el clima es cálido; ¿pero qué ocurrirá cuando llegue el otoño? Debe haber una solución”, describió Romero.
“Hemos mantenido comunicación con la directora de la Regional Educativa I, pero dijo que tanto de ella como del Ministerio de Educación no depende la solución. Esta es la realidad con la que tenemos que convivir, pese a que a escasos kilómetros están los famosos Bajos Submeridionales”, finalizó la docente.
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