Cansados de sufrir inconvenientes con el agua, vecinos de Picún Leufú se trasladaron ayer hasta la Ruta 237 para dar a conocer la problemática con panfletos y bidones que demostraban la turbidez del recurso que hoy emana a través de las canillas domiciliarias. "Cuando no falta, el agua sale con barro. No se puede tomar", comentaron. Reunidos en asamblea, decidieron que el cuerpo de concejales y un grupo de vecinos se trasladara hasta la capital para mantener una reunión con autoridades del EPAS y de la Subsecretaría provincial de Servicios Públicos; reunión que arribó a soluciones parciales para suplir la contingencia del momento.
Según comentó el presidente del EPAS, Nelson Damiani, hoy se comenzará a suministrar en el pueblo agua potable en bidones para consumo humano. "Son 34 mil unidades de cinco litros cada una que se proveerán en forma progresiva", precisó el funcionario provincial.
El suministro, agregó, también será reforzado con camiones cisternas que tomarán agua de la planta de Villa El Chocón y realizarán seis viajes por día, tres por la mañana, e igual cantidad por la tarde. "Estos proporcionarán 150 mil litros diarios para la limpieza, es lo que se recomienda", aclaró.
Damiani precisó que el envío de estos camiones cisternas ya se realizó en la jornada de ayer, aunque en menor cantidad. Y como parte de las soluciones inmediatas que se proveerán a la localidad, indicó que está previsto realizar "pequeños ajustes" a la planta de agua potable.
Tras el encuentro, el concejal Clemente Casamajou (UNE) evaluó que las acciones tomadas por el gobierno provincial son "parches" que no remedian la situación en forma definitiva. "La solución pasa por cambiar el punto de captación de la planta hacia el río Limay para subsanar los inconvenientes en el corto plazo, mientras se gestiona la instalación de otra", consideró.
Ocurre que la planta de agua está localizada en zona inundable y con motivo de las tormentas y lluvias acaecidas en las cuencas del Río Limay que confluyeron en el Lago Ramos Mexía, el recurso de la toma adquirió niveles de turbiedad superiores a los 50 NTU.
Damiani explicó que estos niveles superaron con creces la capacidad de tratamiento y potabilización de la planta, por cuanto ésta sólo permite la decantación de 10 NTU. "De ahí que los filtros no estén funcionando, con tantos sólidos en suspensión no es posible", comentó.
No pagarán al agua
En cambio, para Casamajou, la turbidez del agua no responde a las crecidas sino a problemas estructurales de vieja data en la planta.
Mientras se coordina el operativo que suministrará agua potable a la localidad, se comprometieron obras como la adaptación del sistema de filtrado; la limpieza total de la planta potabilizadora de agua y las redes de distribución.
El funcionario reconoció que los trabajos convenidos por acuerdo con el Municipio no se realizaron en su totalidad y que es entendible el malestar. Pero recordó que existe un proyecto de ampliación de la planta, presentado ante Enhosa en 2008.
Estas acciones, en su conjunto, fueron recepcionadas ayer por los vecinos autoconvocados, tan pronto como terminó la reunión. Cerca de las 21 decidieron levantar la medida de fuerza que tomaron alrededor de las 18, aunque acordaron concentrarse hoy en la plaza central del pueblo para evaluar cómo sigue la situación.
En tanto, ayer el Deliberante resolvió la suspensión del pago de agua potable y saneamiento cloacal. Así lo informó Casamajou, quien indicó que la voluntad fue unánime y confluyó en la Ordenanza Municipal 610/10.
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