Son numerosas las familias que están asentadas en zonas ribereñas en la ciudad y temen verse obligados a abandonar sus precarias viviendas ante la crecida del río Paraguay.
Según los datos de la Prefectura Formosa, desde el 6 de este mes la altura del río permanece estacionado en 5 metros y por lo menos hasta ahora dejó de crecer como lo venía haciendo.
Unas 15 familias ubicadas fuera de la barrera contra inundaciones que protege a los vecinos del barrio Villa Hermosa, en la continuación de la calle Libertad, están a escasos 20 metros del agua.
Uno de los vecinos, Juan Sergio Cardozo, dijo que la situación es preocupante porque en caso de tener que dejar el lugar, no tiene lugar alguno para alojar a su familia.
Cardozo tiene 34 años, esposa y dos hijos de 6 y 1 año y hace cinco años que se radicó detrás de la barrera y construyó una vivienda con ladrillos de canto ante la falta de oportunidades habitacionales.
Este testimonio es similar a la de las otras familias asentadas en las inmediaciones, algunas asentadas hace más de 10 años. Todos comparten el mismo temor, tener que abandonar lo edificado para comenzar de cero.
“No tengo trabajo seguro. Me dedico a hacer changas y el ingreso nunca es fijo. Durante las últimas lluvias, el agua estuvo a escasos dos metros de la casa y la situación nos causó desesperación e impotencia. Hace más de un año nos vinieron a censar y dijeron que nos iban a entregar viviendas pero no regresaron más por acá”, agregó. |
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