A criterio del investigador de las aguas del Chaco Horario Sosa, las desalinizadoras adquiridas por Camilo Soares presentan limitaciones con el agua subterránea de la Región Occidental, por lo que los equipos comprados, supuestamente, serían inservibles para el fin propuesto. Según la Opaci, ya se pagó por ellos el 50% del valor, que sería unos US$ 279.000.
De los US$ 1 millón de la donación de Venezuela, el titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Camilo Soares, afirmó que se destinaron US$ 400.000 para la compra de máquinas desalinizadoras para solucionar el problema del agua potable en dos colectividades indígenas de la Región Occidental.
El doctor Sosa asegura que en el proyecto de referencia debe haber alguna desinformación por la ligereza con que se maneja la solución del problema. Dice que se menciona la adquisición de dos equipos de ósmosis inversa para potabilizar el agua con alto contenido en sales, sin tener en cuenta que estos equipos tendrían serias limitaciones con el agua subterránea del Chaco.
Explica que en líneas generales, hasta hace tres o cuatro años, los equipos llamados de ósmosis inversa soportaban agua de hasta 28.000 ppm (parte por millón o miligramos por litro o gramos por metro cúbico) de contenido salino, pero actualmente se habla de membranas que soportan hasta 35.000 ppm de sales disueltas. Es decir que estos equipos desalinizan el agua de mar, razón por la que todos los buques de ultramar lo tienen como parte de su equipamiento.
Pero ocurre que los pozos perforados en la zona de 25 leguas (Tte. Irala Fernández y Boquerón) contienen 53.000 y 60.000 ppm de sales disueltas, lo que los hace inservibles para el fin propuesto.
El profesional señala que lo lógico hubiera sido que, antes de adquirir los equipos desalinizadores de agua para los lugares mencionados, se hayan informado bien sobre lo que realmente podría lograrse con ellos, cuáles eran sus posibilidades y cuáles sus limitaciones y, como primera condición, cuál era la calidad del agua cruda a tratar. “Con el respeto debido de otras opiniones técnicas sobre el problema del agua del Chaco, estimamos que la SEN cometió, por apresuramiento, un error en la adquisición de los equipos de ósmosis inversa de origen argentino. Antes se hubiese consultado con firmas israelíes, norteamericanas, inglesas, francesas o alemanas, que están muy avanzadas en ese sector de las investigaciones tecnológicas. Por lo expuesto, estamos todavía lejos de solucionar el problema del agua salobre del Chaco”, dijo el profesional.
No hay datos de empresas
Según la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci), ya se pagaron US$ 279.000 por los equipos para las dos plantas desalinizadoras. Se compraron de dos empresas. Una de la firma Fontenova para la zona de Tte. Irala Fernández, a la que ya se pagó el 50% del valor del equipo, que ronda los US$ 130.000. La otra a Aquaconsult, para la zona de Choferes del Chaco, Boquerón, a la cual se le desembolsaron US$ 149.000. Firmas vinculadas al ramo que operan en Asunción dicen desconocer estas empresas contratadas, aunque aparecen referencias en internet acerca de las mismas. Desde la Opaci anunciaron que en breve llegarían los equipos.
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