El corte de suministro de agua potable que desde el martes afecta a cinco comunas de la Quinta Región se extendió en forma inesperada al plan de las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, donde el abastecimiento fue interrumpido en la mañana de ayer.
El plan inicial de la sanitaria Esval contemplaba el corte en Limache, Villa Alemana, Quilpué y sólo los sectores altos de Valparaíso y Viña del Mar, donde 600 mil personas quedarían sin agua hasta el viernes. El objetivo es reparar 40 fisuras que causó el terremoto al acueducto Las Vegas, que abastece al 80% de la región.
El corte partió antes y se extendió a zonas no contempladas. El gerente de Esval, Gustavo González, lo atribuyó a un sobreconsumo en sectores no afectados por el corte, que secó los estanques. "Hay gente que llenó las piscinas, que aprovechó de regar y lavar autos", aseguró.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, dijo que la falta de agua en el plan de Valparaíso afectó a los servicios y al comercio, especialmente a aquel que manipula alimentos. Agregó que se espera que la situación se agrave con el paso de las horas, porque la gente empieza a perder la paciencia y ya hay problemas de olores. Ayer hubo largas colas en los 207 estanques móviles que instaló Esval.
El hecho causó además la suspensión de clases en colegios de la avenida Argentina, de Valparaíso, que no estaban contemplados inicialmente, y ya hay 470 establecimientos sin clases en la zona. También obligó a la suspensión de actividades en los Centros Comunitarios de Salud Familiar. El seremi Fernando Olmedo dijo que el sistema de salud -hospitales y consultorios- funciona "a media marcha"
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