El agua de Miraflores es potabilizada en una planta que está ubicada a unos dos kilómetros de la localidad. El responsable directo de la calidad del agua es la Dirección de Agua Potable, a través de un Centro Vecinal del Agua Potable, una organización que, según explicaron, está acéfala debido a la demora en realizar las elecciones.
Según explicaron empleados involucrados en el mantenimiento de los filtros de la planta, el principal problema se originaría en que la Dirección de Riego de la provincia almacena el agua del río en una laguna y desde allí la envía a los filtros. No obstante, en las piletas de decantación se observa material orgánico adherido al cemento, además de algunos renacuajos.
En cuanto al proceso de clorado, se trata de un tanque sin la debida protección que a través de una simple canilla que se abre según criterio de "cualquiera" larga el líquido a la red de agua ya filtrada. Según se supo, no habría dinero para reponer la arena de los filtros y se utilizarían sólo unos 250 litros de cloro por mes.