Con la conferencia brindada por Osvaldo Canziani sobre “Criósfera: aspectos ambientales, sociales y económicos” concluyó ayer el Segundo Seminario Latinoamericano “El agua como derecho humano”, organizado por la Defensoría del Pueblo de Neuquén, que se llevó a cabo en el Cine Teatro Español de esta ciudad.
Más de 700 personas siguieron desde el jueves las exposiciones brindadas por expertos que analizaron la problemática del agua desde el abordaje ambiental, geopolítico, social, de salud y de género.
A la hora de hacer un balance del encuentro, el Defensor del Pueblo de Neuquén y presidente de la Federación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (ADPRA), Juan José Dutto, sostuvo que “lo que dijeron los especialistas nos ha dejado importantes aprendizajes y sobre todo mucha energía para poder seguir trabajando en el futuro”. “Lo manifestado en estos dos días es un mensaje claro y contundente a la comunidad y especialmente a los gobiernos que han hecho muy poco hasta ahora", afirmó.
La jornada de ayer comenzó con la exposición “El agua, don de Dios” a cargo del obispo de la diócesis de Neuquén, Marcelo Melani. “El agua es un don de Dios y a los dones hay que saberlos respetar, cuidar, utilizarlo por lo que el don es, y no cambiarle su finalidad”, describió. "También hay una responsabilidad ética y verdadera de toda la sociedad para que ese don nos sirva a todos y no sólo a algunos”, agregó.
Seguidamente el glaciólogo y geólogo Jorge Rabassa, ofreció un panorama sobre la desaparición de los glaciares patagónicos y fueguinos. Alertó que los pequeños glaciares de montaña “van a desaparecer inexorablemente durante la primera mitad de este siglo”.
Manifestó que en los últimos años se viene observando un proceso de extinción de muchos de los glaciares de la Patagonia, especialmente los de montañas, que por su posición topográfica se encuentran por encima de la línea de las nieves permanentes, como consecuencia del cambio climático. “La situación podría agravarse antes de lo previsto como consecuencia del cambio climático global y de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera”, indicó Rabassa.
La ex diputada nacional por el ARI, Marta Maffei, autora de la ley de protección de glaciares vetada por el Ejecutivo Nacional, abordó los argumentos del proyecto. “Argentina todavía no ha declarado el derecho al agua como un derecho humano”, afirmó. “Los glaciares son la mejor reserva hídrica de Argentina: casi el 70 por ciento de toda el agua potable está en los glaciares, no es una pequeña porción”, comentó Maffei.
Para Maffei el veto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “no sólo fue un acto irresponsable sino un acto con trascendencia ambiental y humanitaria grave que vulnera el derecho de los pueblos a vivir y el futuro de los argentinos, no un futuro remoto sino un futuro próximo”. Sin embargo, comentó que “lo que permitió este veto ha sido la toma de posición por parte de los argentinos lo que también es significativo, porque si no hay conciencia social estas cosas no salen”.
¿Derecho humano o mercancía?
"El neoliberalismo de los ''90 comenzó a entender el agua como mercancía", sostuvo Bruzzone.
“Si bien a partir de estos primeros años del siglo hemos logrado que vuelva a ser considerado un derecho humano ligado a la salud y a la vida, seguimos luchando frente a los que consideran el agua como una mercancía”, expresó la especialista en Geopolítica, Elsa Bruzzone.
“El agua es un bien escaso porque sólo el 2,5 por ciento del agua del planeta es dulce y el 97,5 restante es salada”, explicó la autora del libro “Las guerras del agua”, quien sostiene que el siglo XXI “es el de las guerras del agua y de los alimentos".
Puntualizó que fue el neoliberalismo de los años 90 el que comenzó a entender al agua como mercadería. "Por suerte en estos primeros años del siglo XXI se vuelve a pensar en el agua como un derecho humano”.
Durante su disertación, Bruzzone afirmó que “existe una fuerte presión de las empresas transnacionales vinculadas al sector del agua de los países centrales para no considerarla un derecho humano sino una mercancía para avanzar en el sistema de privatizaciones”. Y agregó que desde Naciones Unidas se reflejan actitudes contradictorias. “Leemos informes que se refieren a la problemática del agua y que señalan la falta de acceso de la población, pero sin embargo afirman que la solución para que todos tengan agua es privatizarla”.
“La idea desde el poder es que el agua es una mercancía a la cual acceden quienes tienen dinero, y quienes no lo tienen toman agua contaminada y que la suerte o el Dios en el que crean los ayude a sobrevivir. Todo lo que el hombre le hace a la tierra, se lo hace a sí mismo”, concluyó.
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