El director provincial de Agua Potable, el ingeniero Félix Mamaní, admitió ayer que el último control acerca de la calidad y salubridad del agua que se proporciona para la población de la localidad de Miraflores (Capayán) se realizó durante el mes de enero pasado, y que en esa oportunidad se le indicó al responsable de la operación de las tareas de suministro del agua, que se le colocará la dosis exacta de cloro.
Al mismo tiempo, sostuvo que la responsabilidad de la operación y administración de los consorcios de agua potable en numerosas poblaciones del interior corren por cuenta de los titulares de los centros vecinales, a los que se les concede a cambio que se encarguen de cobrar el servicio de agua potable.
"Al tener a su cargo la administración, ellos cobran la cuota por el agua, que ronda los $6 para poblaciones como Miraflores. Pero, por ejemplo, para hacer las tareas de limpieza o las obras de ampliación de la red, se hace cargo el Estado", admitió el funcionario en una entrevista que concedió a este diario.
Como se informó, un estudio que realizó la Universidad Nacional de Catamarca acerca del agua potable que reciben los alumnos de las escuelas del departamento Capayán, permitió comprobar que había altos niveles de bacterias en el agua acumulada en los tanques de los establecimientos, como así también en la red que llegaba a cada una de las viviendas de la población.
Sobre el caso, Mamaní explicó que la razón de la presencia de bacterias podría deberse a que "no se aplicó el cloro como se debe, o bien no se realizó la limpieza adecuada de los filtros, decantadores o de las cisternas".
Operarios
Para enmendar esta situación, el funcionario manifestó que se envió a la localidad capayense una cuadrilla de 6 operarios y un técnico, quienes se encargarán de realizar las tareas de limpieza necesarias. A esto obedecería, además, que durante toda la jornada de ayer se cortó el suministro de agua para la población. Y por otro lado, se confirmó que los trabajos continuarán hasta hoy a la tarde.
Mamaní mencionó, por otro lado, que el funcionamiento de los consorcios de agua potable dependen, en gran medida, de la "buena voluntad" de la gente que está a cargo de los centros vecinales. Esto es porque, como cada centro vecinal tiene una personería jurídica, la Dirección Provincial de Agua Potable no puede obligarlos a realizar las tareas por las cuales se comprometieron, ni tampoco colocar a una u otra persona como responsable.
Al ser trabajos por los que los titulares de los centros vecinales no cobran ni un peso, se les ofrece como contrapartida que cobren el servicio de agua "de manera tal que puedan solventar los gastos como la compra de insumos y otros elementos básicos para el funcionamiento del sistema".
Niveles anormales de bacterias
El estudio realizado por la Universidad Nacional de Catamarca se concretó en diferentes establecimientos escolares del departamento, en el marco del proyecto denominado "Arroyos Serranos del departamento Capayán. Agua para hoy... agua para el futuro".
Los análisis abarcaron el agua contenida dentro de los tanques de las escuelas y también la correspondiente a la red que llegaba a la escuela y se enviaba (por lo tanto) a la población en general.
Un porcentaje de las verificaciones dio como resultado valores fuera los permitidos dentro del artículo Nº 982 del Código Alimentario, para que el agua sea considerada potable.
De acuerdo con los datos del informe, las muestras fueron tomadas en febrero de este año y los resultados fueron remitidos a cada dirección de los establecimientos "para consideración" de los docentes responsables.
En su mayoría, se trata de análisis bacteriológicos, en los que los resultados arrojaron valores por fuera de los aceptados por las normas en vigencia.
En este contexto, la preocupación principal es que el agua de red contendría sustancias que no pueden ser consumidas por humanos.
Por esta razón, los docentes manifestaron su temor por la seriedad en el proceso de potabilización que ofrece la Dirección del Agua Potable, que depende de la Secretaría del Agua de la provincia.
Sin personal y con un escaso presupuesto para las potabilizadoras
La realidad dominante en la dirección Provincial de Agua Potable es sencilla: entre 1995, a partir de las jubilaciones anticipadas de empleados públicos en el marco del proceso de reorganización el Estado provincial, y el año 2000, cuando se produjo la privatización de Obras Sanitarias Catamarca, las diversas dependencias que realizaban las tareas accesorias para el funcionamiento del suministro de agua potable para la población, quedaron con escasos recursos humanos que permitan, por ejemplo, hacer un adecuado control de la prestación del servicio.
Así lo admitió el ingeniero Félix Mamaní, frente al problema de que la calidad del agua potable que suministran los consorcios del interior provincial no sea la adecuada para el consumo humano.
Sin embargo, remarcó que quienes se encargan de concretar los análisis, tanto químicos como bacteriológicos, son los empleados del Laboratorio Central, una dependencia también bajo la órbita de la Secretaría del Agua y el Ambiente.
El funcionario reveló que hay 192 consorcios de agua funcionando en el interior provincial, que recibieron en una suerte de "concesión" el servicio de la potabilización del agua potable para las poblaciones.
Pero los responsables de los centros vecinales deben lidiar con un altísimo nivel de morosidad en los abonados, además de una elevada falta de conciencia en el uso del agua ya potabilizada: Mamaní aseguró que la gente usa el 50% del agua para consumo de la población, para regar los cultivos o darle de beber a los animales.
"Los que trabajan en los centros vecinales se desgastan, porque no quieren tener problemas con la gente de su pueblo", reflexionó.
El funcionario destacó que también el buen funcionamiento depende del vínculo que tengan con los municipios de la zona para poder desempeñarse, y hacer "trueques", como por ejemplo, no cobrarles el agua a cambio de insumos o trabajos de ampliación de la red.
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