El director de Desarrollo de la comuna, Carlos Aramayo, manifestó que se prosiguen realizando gestiones en los ámbitos provincial y nacional para llevar a cabo el ordenamiento pesquero, en la localidad de Pehuen Co.
En diálogo con este diario, expresó que habló con el responsable del área en el ámbito bonaerense, Santiago Cafiero.
El funcionario bonaerense, según Aramayo, le expresó que se estaba trabajando a muy buen ritmo porque era necesario llevarlo a cabo.
Aramayo dijo que se presentó un modelo para tal fin y desde el ámbito provincial se podría llegar a proponer para otros lugares que tienen un frente marítimo.
Expuso que la Provincia se comprometió a entregar un subsidio de 150 mil pesos por año. "El dinero permitirá dar el puntapié inicial y luego avanzar en la medida de las posibilidades", aseguró.
También expresó que realizó un viaje a la Capital Federal, adonde conversó con los integrantes de la Dirección de Industria, que depende de Débora Giorgi, para solicitarles una colaboración.
Calidad y control. Para el Parque Pesquero, según Aramayo, se evalúan cercar seis hectáreas en aras de brindarles seguridad a los trabajadores.
También dijo que se tendrá que dotar al sector con todos los servicios y con las oficinas administrativas.
Expuso que en manos de los pescadores quedarán las construcciones de los locales que deseen erigir.
Manifestó, además, que se apunta a controlar el trabajo, la calidad y la sanidad, evitando, así, cualquier tipo de contaminación.
Aramayo expresó que, como sucedió en Mar del Plata, se podrían instalar comercios (restaurantes y cantinas) y tornarse el sector en un paseo para los turistas y habitantes de la villa.
Las dudas sobre la contaminación
Carlos Aramayo dijo que la fuente de trabajo de los pescadores se vio muy acotada, sobre todo, por la falta del langostino y el camarón.
El director de Desarrollo municipal expresó que el 80 por ciento de los ingresos fuertes de los pescadores locales y de Bahía Blanca devienen de allí.
Expuso que en el ámbito local unas 60 familias dependen de la pesca. "El año anterior y en lo que va del 2010, el langostino y el camarón se presentaron en poca cantidad", dijo.
Aramayo, quien tiene una embarcación que realiza excursiones de pesca, manifestó que la pesca varió con respecto a lo que sucedía dos décadas atrás. "Los pescadores están reclamando que se realicen los estudios necesarios en la ría para ver si hay contaminación. Para mi hay y, además, lo dice todo el mundo. Sin embargo, es necesario saber, a ciencia cierta, a base de qué es la contaminación, cuál es su grado; si el pescado se puede o no comer. Estas preguntan van más allá de las decisiones políticas", dijo.
Comentó que la ría se cerró hace poco y se reabrió días atrás. Con respecto a la ingesta de pescado, expuso que, por su trabajo, consultó al OPDS.
"Los resultados del Organismo bonaerense dicen que se puede comer el pescado. Y, además, escuché que ambientalistas locales aconsejaban no hacerlo. Entonces, el vecino está en una disyuntiva dado que desconoce quién es que el que tiene la razón (ver aparte)", expuso.
Para Aramayo es necesario ser muy cautos a la hora de brindar definiciones. "Tanto es así que la cuestión es inherente a dos cosas muy importantes: la salud y el trabajo".
"Los integrantes de la Cámara de Pescadores llevan mucho tiempo sin trabajar, empezó el año lectivo, y se necesita bastante dinero para el sustento de tantas familias", dijo.
En el CONICET. Amén de lo expuesto, el director de Desarrollo expresó que se trasladaron hasta el CONICET y dialogaron con la gente del IADO.
"Ellos nos explicaron, gentilmente, que hace 20 años están trabajando en la ría. Y se comprometieron a venir a Punta Alta, al Concejo Deliberante, para brindar una charla abierta a toda la comunidad", expuso.
En ese marco, dijo que le pidió al director ejecutivo del OPDS, José Molina, que él también participe en la ocasión.
Para el uso recreativo. Carlos Aramayo dijo que el tema de la contaminación de la ría no lo sorprendió. "Tanto es así que tuvimos un inconveniente con los balnearios. Ante las disímiles versiones se le requirió al IACA, en Bahía Blanca, que realice diversos análisis. Se tomaron muestras en Punta Ancla, Villa del Mar y Arroyo Pareja", comentó.
"Se desarrolló un cultivo y tuvimos que esperar las resultados por escrito. Allí se indicó que las aguas se pueden utilizar para la recreación del ser humano", manifestó el director de Desarrollo.
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