En la mitad de las escuelas de Junín el agua es de mala calidad. Lo reconocieron ayer en el Consejo Escolar. Cristian Juárez, miembro de la institución que tutela a los establecimientos educativos y quien se ocupa de manera específica de las cuestiones de infraestructura de los centros de estudio, fue quien emitió la versión oficial sobre los problemas existentes con la potabilidad del líquido en el distrito.
De esa forma, el funcionario dio crédito a la preocupación expresada por un grupo de docentes y por la UDEB, uno de los gremios de la educación a nivel provincial, quienes la semana pasada – la primera del ciclo lectivo- advirtieron que lo que salía de las canillas no se podía consumir.
Ayer, Juárez respondió que, por intermedio del área de Bromatología, el municipio realiza los análisis y remite al Consejo los informes sobre los lugares en donde el agua da como no potable. “En esos sitios se realiza la limpieza de los tanques y se vuelve a pedir la intervención de los peritos municipales”, señaló.
“De acuerdo con los informes que empezamos a recibir a fines de febrero, estamos en un cincuenta y un cincuenta”, afirmó ante la consulta efectuada por La Verdad.
Hace diez días, con las clases recién en marcha, una de las integrantes de la Unión de Educadores Bonaerenses fue punzante al referirse al tema del agua y dejó entrever que la problemática abarcaba más que a la mitad de las escuelas.
”Hoy el gran título en los medios es que comenzaron las clases, esperemos que se apuren en dotar a las escuelas de agua potable, ya que en muchas de ellos no se realizaron los exámenes correspondientes y algunos de los que se hicieron dieron mal”, aseguró Alicia Traverso.
Por su parte, la presidente del Consejo Escolar intentó bajarle los decibeles al asunto y aportó su particular explicación: “La mayor parte de las escuelas están cerradas durante el verano, nadie abre las canillas, entonces el agua no circula y por eso se pudre. No es que la mala calidad se deba a problemas de la red. Por eso recomendamos que tanto en escuelas privadas como en las públicas los auxiliares abran cada tanto las canillas, así los análisis de calidad dan como potable”.
Mucho por hacer y poco para invertir
En medio de una diagnóstico ofrecido a la prensa sobre el estado de los edificios escolares, Cristian Juárez aceptó que varios edificios necesitan reparaciones urgentes pero al mismo tiempo aclaró que no están los recursos para atender cada una de esas contrariedades.
“La demanda por reparaciones sigue siendo muy importante. Nosotros estamos atendiendo los reclamos en un plazo que va de las 48 horas a los cinco días hábiles y reconozco que en muchos casos la demora excede ese período. Las partidas de financiamiento son muy limitadas, no tenemos certidumbre de poder recibir este año recursos para paliar los problemas que se van presentando y por eso estamos haciendo un uso racional, criterioso y responsable del Fondo Compensador, que es la única partida descentralizada”, explicó.
El consejero comentó que debito a esa debilidad monetaria “precisamos tomarnos el tiempo necesario para inspeccionar y corroborar la gravedad del asunto que origina un reclamo, para luego actuar en consecuencia”.
“Tenemos problemas importantes de mobiliario en el distrito. Hay más de setenta aulas pedidas para Junín, pero no hay certezas sobre el momento en que van a llegar los elementos ni en qué cantidad. La mayoría de los muebles solicitados es para reemplazo, debido a que los actuales se encuentran en malas condiciones o fuera de uso. Sabemos que los últimos que han mandado no son de la mejor calidad, pero pedimos el compromiso de la comunidad educativa en el cuidado de las instalaciones.”
Yendo a lo puntual, y dentro de ese terreno a los casos más críticos en materia de infraestructura, Juárez destacó que en la Escuela 1 hay una obra que se está ejecutando por Fondo Compensador. “Es una refacción de las aulas junto con otras dependencias menores del edificio para poder trasladar la Escuela de Teatro de la provincia de Buenos Aires a ese lugar. Tiene un período de ejecución de sesenta días y estamos en la mitad, así que por contrato queda un mes más de trabajo. Conocemos todas las dificultades que puede originar en los otros niveles educativos que utilizan el inmueble atravesar por un lugar en construcción. Lo que pedimos es paciencia hasta que las tareas finalicen”, expresó.
Respecto de la Escuela 3, señaló que existe un inconveniente importante en los techos, que implica filtraciones de agua, incomodidades y desprendimiento de cielorrasos.
“Varias veces se pidió que esa entidad fuera incluida en el plan de obras y nunca se logró, entonces se decidió afrontarlo con Fondo Compensador, se hizo la licitación para efectuar las reparaciones, por 27.000 pesos, que comenzará el lunes que viene”, anticipó.
La rotura de los techos se repite en otras entidades, pero Juárez sostuvo que a todas se les está dando soluciones. “En algunos casos, llegan en el momento con el cambio de una membrana y en otros requiere de un análisis más específico, porque los recursos no abundan”, se defendió.
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