Los olores nauseabundos y las aguas presuntamente servidas que salen presuntamente del edificio de la Alcaidía 49 pueden “percibirse” desde la distancia lo que ha sido denunciado por vecinos, quienes solicitaron se inicie una constatación oficial por parte del municipio.
La situación fue planteada ante los concejales del bloque Coalición Cívica-Reencuentro por Junín, Adrián Feldman, Magdalena Richini, Cecilia Avila y José Maria Banfi, quienes se trasladaron hasta el lugar y pudieron apreciar un constante fluido líquido que se desplaza hacia el zanjón ubicado en las inmediaciones.
Los concejales elaboraron un proyecto de comunicación a fin de avanzar en el esclarecimiento de la situación.
Las aguas son vertidas en el zanjón paralelo a la calle sobre la parte posterior de la denominada alcaidía.
Los concejales sostuvieron que es potestad de Estado municipal “controlar toda contaminación que se produzca dentro del partido de Junín, lugar donde se debe aplicar el Poder de Policía que le confiere a las municipalidades la Constitución y las Leyes de la Provincia”.
Por otra parte hacen referencia a que “el presunto contaminador sería nada mas y nada menos que una de las Unidades Penitenciarias provinciales con los consiguientes desmedros para la calidad de vida de los juninenses (turismo carcelario, instalación en la ciudad de personajes indeseables) y presuntamente ahora una cloaca a cielo abierto que surge de la alcaidía y desembocaría luego de cruzar varios campos sobre la Ruta Nacional 7, según los niveles del terreno”.
Cabe destacar que pasando unos mil quinientos metros, tomando como referencia el restaurante La Carpa, por Ruta 7, hay un canal subterráneo paralelo a la carretera que desemboca en la cuneta y que trae desde vaya a saber dónde aguas servidas. Pero la boca del canal que cruza subterráneamente los campos, muestra que ha tenido una protección de barrotes de hierro. Actualmente entre tres y cuatro están seccionados pero aún se conserva intacto uno.
Los concejales de la Coalición Cívica – Reencuentro por Junín, propusieron que se constituy una comisión con personal idóneo de la Secretaria de Obras y Servicios Públicos en la calle trasera de la Unidad Penitenciaria conocida como Alcaidía y compruebe si el agua que corre en el zanjón son líquidos servidos y con residuos cloacales. Asimismo, que determinen el trayecto de dichos líquidos según los niveles de la topografía del terreno y concluyan en donde terminan su recorrido.
En caso de ser vertidos por alguna de la unidades penitenciarias se intime a las mismas al inmediato cese del derrame, y en caso de no ser acatada la intimación se inicie las acciones judiciales correspondientes.
Finalmente afirman que en el hipotético caso de no ser las cárceles de Junín quienes viertan estos líquidos, se proceda por los medios al alcance a determinar quien lo hace, actuando en consecuencia.
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