El mes pasado, el noreste del país su azotado por ventiscas. Ahora ha sido empapado por lluvias torrenciales.
La región fue golpeada el domingo con lluvia y vientos fuertes que derribaron árboles y cables de energía eléctrica, además de desbordar arroyos y ríos. Al menos siete personas fallecieron por accidentes relacionados a las tormentas, y cientos de miles se quedaron sinelectricidad.
Una mujer de Nueva Jersey murió y tres personas más resultaron heridas en Westport, Connecticut cuando un árbol cayó sobre un automóvil la noche del sábado durante la tormenta, dijo la policía. Otra mujer falleció cuando un árbol la golpeó cuando caminaba en Greenwich, Connecticut, agregó.
En el suburbio de Teaneck, Nueva Jersey, dos vecinos murieron golpeados por un árbol cuando se dirigían a su casa después de orar en una sinagoga. Ovadia Mussaffi y Lawrence Krause fueron alcanzados por un roble grande derribado por el viento, dijo el domingo el fiscal del condado de Bergen John L. Molinelli.
En Hartsdale, suburbio de Nueva York, un hombre murió cuando un árbol rompió el techo de su auto y lo enredo con cables eléctricos. Brendan McGrath, de Auburn, Nueva York, fue encontrado sin vida en su sedán. Su esposa escapó del asiento de acompañante.
En Rhode Island, un policía estatal fuera de servicio falleció en la madrugada del domingo cuando su auto patinó en el agua dejada por la tormenta, dijo la policía estatal. James Dougherty Jr., sargento detective, murió en West Greenwich.
En Nueva Hampshire, un pino cayó sobre un auto en la autopista Interestatal 93 la tarde del domingo, matando a un hombre y lesionando a su esposa e hijo, señaló la policía estatal. Marco Cinquini, de 42 años y residente de Sanbornton, murió enManchester.
Más de medio millón de clientes en Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York y Connecticut sufrieron apagones en el clímax de la tormenta del sábado, la cual tuvo rachas de viento de hasta 112 kph (70 mph). La tormenta llegó aproximadamente dos semanas después de que una nevada fuerte y vientos huracanados dejaron a más de un millón de clientes del noreste en la oscuridad.
``Pasé la mayor parte de los últimos meses quitando nieve y hielo de mi entrada de autos y aceras, y ahora estamos recogiendo todas estas ramas'', comentó Jack Alexander en Egg Harbor City.
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