Tras haber bañado cada rincón del lateral izquierdo de la ruta 92, inundado unas 7 viviendas ubicadas allí y obligado a sus propietarios a autoevaluarse, las aguas que desbordaron del río Salado avanzaron ayer hasta la misma cinta asfáltica del cruce de las rutas 34 y 92, en el lugar conocido como El Cruce de Colonia Dora.
Anoche, personal de la Comisaría 42 de Colonia Dora trabajaba construyendo bordos para detener el avance del río. Sin embargo, se debió cortar el paso vehicular sobre ruta 92 por la cantidad de agua que cruzaba por el lugar.
La rotura de una alcantarilla a pocos metros del lugar y el acercamiento del agua a menos de un metro del asfalto en horas del mediodía hacía suponer que transcurridas algunas horas de la siesta la misma podría atravesar la ruta. Así ocurrió, pero gracias al esfuerzo y trabajo de maquinarias de Vialidad y de vecinos se logró detener su arremetida con la construcción de un bordo. Igualmente la situación seguía preocupando anoche debido a la formación de los primeros charcos de agua sobre el sector.
Varios de los últimos pobladores que sufrieron inundaciones de sus viviendas, incluso algunas que fueron construidas en el marco del programa de viviendas rurales, permanecen a la intemperie a orillas de la ruta para resguardar sus bienes.
A los evacuados de los parajes Luján y El Bracho, se sumaron numerosas viviendas que están sobre la ruta 34, los que fueron reacomodados en el viejo predio de vialidad nacional, sobre el cruce de rutas 34 y 92 y muchos se alojaron en las viviendas de sus familiares.
También cedieron en la tarde los tapones que se hicieron a las alcantarillas, comenzando a pasar agua por dos de ellas situadas a la altura del paraje Los Dos Pinos, anegando a los vecinos del lugar, ubicados al sur de la ruta 92.