Existen muchos mitos con visos de realidad en torno a la salud de la población del Valle Inferior del Río Chubut y la relación con su entorno. La contaminación del río, la polución del aire, la presencia de productos tóxicos en la industria local, son solo algunos, pero no los únicos. Entre este grupo de creencias que nadie puede comprobar pero que muchos dicen padecer, desde hace varios años que se habla de la contaminación del Valle productivo por la explotación con agroquímicos durante gran parte de los años de cosecha que tiene este centenario Valle.
Sin embargo en los últimos meses del año 2009 y principios del 2010 cobró fuerza en la región la necesidad de comenzar a controlar y poner el énfasis en los cuidados que deben tenerse en torno a la venta, disposición y sobre todo la utilización de los agroquímicos en la producción de frutas y verduras para consumo.
La Ley Nº 4073 de Biocidas y Agroquímicos es una ley con varios años en la provincia, que ya se encuentra reglamentada y cuya difícil aplicación aún no ha sido lograda. Esta realidad ha comenzado a cambiar a raíz de la inquietud de los propios productores, cooperativas, municipios y de concejales que en pos de lograr un desarrollo de la producción saludable
En la ciudad de Gaiman funciona para toda la provincia el Laboratorio de Sanidad Vegetal, a cargo de la Ingeniera Agrónoma Patricia Neira, el cual está designado por la Ley Nº 4073 como autoridad de aplicación de la misma en todo el territorio de Chubut.
Una ley, un largo camino
Neira asegura que “la ley es del año 95 y el decreto reglamentario se concretó en el año 2003, tuvo un camino muy largo, digamos que era una ley compleja y en el decreto están todos los artículos reglamentados”, explica ya que no todas las leyes son reglamentadas en su totalidad, y señala que el de la reglamentación de esta normativa provincial “fue un trabajo bastante arduo en el que participaron actores de medio ambiente, de salud, del INTA, de todos los sectores”.
En tal sentido indicó que “lo que tuvimos en cuenta fue el respetar lo que ya existía de Nación y no excedernos en lo que se quiere hacer con la ley. Es una herramienta de muy difícil aplicación porque hay muchos actores involucrados. Tenés el que vende el producto, el profesional que receta, el que aplica, entonces tienen que estar todos contemplados y perjudicándolos lo menos posible”.
La profesional explica que “cuando hablamos del que receta estamos hablando de los Ingenieros Agrónomos, los que compran son los productores y las forrajeras o agropecuarias son las que venden estos productos”.
Sobre la utilización actual que se realiza de los agroquímicos y la forma en la que se comercializan, Neira indicó que “normalmente, en este momento la ley no está en plena vigencia de aplicación, entonces lo que hace el productor es va a una agropecuaria, le dice lo que tiene que combatir en sus cultivos y el vendedor le vende. Esa es la situación actual”.
En ese marco la encargada del Laboratorio de Sanidad Vegetal, señala que “lo que se busca es que ante un problema fitosanitario en sus cultivos, el productor vea a un asesor técnico o acuda a un organismo que trabaje en la parte de asesoramiento y de diagnóstico del tema de plagas. Un profesional, ingeniero Agrónomo que es el que está habilitado y tiene incumbencia, puede realizar la receta de un agroquímico con la cual en la agropecuaria deben venderle al productor el producto que recetó el profesional que en la receta está indicado por su principio activo y con las marcas comerciales que llegan al mercado”.
Indicó que “en la receta también se debe incluir la dosificación, cada cuanto debe aplicarse, de que forma y las medidas de seguridad. Además debería decir cual es el tiempo de carencia que es el tiempo entre que se aplica el producto y se puede cosechar la verdura o la fruta y el de reingreso, que es el tiempo que pasa entre que se aplica el producto y se puede volver a entrar al lugar donde se aplicó, porque hay productos que son volátiles y quedan en suspensión”.
Asimismo Neira recordó que “acá en el Valle desde esta oficina hacemos diagnósticos y recetamos, como también se hace en el Inta, por lo cual sabemos que hay muchos productores que consultan y concurren a los lugares donde hay especialistas”.
Sin embargo menciona que “el problema está en aquellos productores que no concurren en la búsqueda de un profesional y van directamente a la agropecuaria, y aunque algunas tienen un asesor técnico, no todas cuentan con este profesional”.
A modo de ejemplo dice que “el que vende dice si tenés pulgones, este es el producto bueno para ese bicho, pero no es lo mismo un pulgón en una rosa, que un pulgón en una lechuga porque depende el producto del grado de desarrollo que tiene por el tiempo que hay que esperar para que el producto se desactive y sea cosechable”.
“De todas maneras este Valle no es un valle que tenga una presión de plagas alta, de hecho hay mucha gente que produce sin aplicar nada y muchas veces las aplicaciones son innecesarias”, finalizó diciendo Neira.
Registros de vendedores y capacitación de profesionales
Al respecto de las acciones que se llevan adelante en torno al tema de los Agroquímicos, Neira informó que “durante todo este tiempo hemos apuntado a la capacitación. Creemos que la capacitación de los productores en como utilizar un agroquímico, es mucho más eficiente que perseguirlos, tomarles muestras porque en definitiva muchas veces las cosas se hacen mal por ignorancia y no apropósito”.
En tal sentido indicó que “lo que estamos haciendo durante este año es trabajar sobre el tema de los registros, de los lugares donde se venden agroquímicos y de los ingenieros agrónomos”.
Además asegura que “estamos trabajando con el consejo provincial de Ingenieros Agrónomos, en cursos de actualización que están previstos en la Ley, que vamos a hacer en los próximos meses junto con Senasa”.
Al respecto señala que “lo que se brindará es la forma de aplicación, productos, toxicología y primeros auxilios, que es en lo que creemos que el profesional tiene que estar actualizados para poder pertenecer al registro y recetar agroquímicos”.
“Además –dijo Neira- estamos trabajando con el municipio de Gaiman en la habilitación de los comercios que vendan agroquímicos, en cuanto a los requisitos de la ley. Esto incluye cuestiones como el lugar donde están ubicados los agroquímicos, el libro de stock, la recepción de las recetas y el archivo de recetas”.
Por otra parte manifestó que “también a través de un convenio con Salud Ambiental, vamos a realizar un monitoreo de cómo se están utilizando los agroquímicos en el Valle en invernáculos, porque los tiempos de carencia de los agroquímicos están fijados a campo, al aire libre. Pero la degradación de los químicos no tienen los mismos tiempos bajo techo”.
Recordó finalmente que “Salud tiene un cromatógrafo que se compró a propósito de esta ley, con la cual tendremos una disponibilidad limitada por mes para realizar el muestreo, ya que es el mismo que se utiliza para la detección de marea roja”. |
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