El Consejo de Ecología y Medio Ambiente de Río Negro reiteró hoy que no autorizará el funcionamiento de la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales de J.J. Gómez en General Roca si no se cumplen con los requisitos ambientales dispuestos oportunamente y que todavía no han sido efectivizados.
En tal sentido, se remarcó que existen deficiencias de importancia, como la inexistencia del parque forestal en que se utilizarían los líquidos tratados para hacer el regadío, situación que derivaría en que los mismos finalmente lleguen al curso de agua del río Negro.
En tal sentido, el titular del Consejo de Ecología y Medio Ambiente –CODEMA-, Oscar Echeverría, explicó que los primeros inconvenientes comenzaron a detectarse días atrás con las pruebas hidráulicas en la segunda pileta de aireación, cuando las mismas fueron frenadas por las filtraciones que se producían por un defecto de construcción, no cumpliéndose la condición principal que es la impermeabilidad de las mismas.
Recordó que “oportunamente hubo una negativa de la empresa ARSA a recibir esta planta para su manejo por estas mismas falencias, aunque el DPA la aceptó con un acta firma los primeros días de diciembre último, ante un compromiso del Municipio de cumplir algunos puntos que no había cumplimentado tal cual lo estipulado para cuando se entregó la obra”.
Explicó que “en la inspección realizada por ARSA se detectó una gran cantidad de defectos en el sistema de impulsado y tratamiento de líquidos cloacales, algunos de los cuales son menores, pero otros no. El defecto más importante que tiene la planta es que no hay un lugar para tirar los líquidos”.
Echeverría sostuvo que “nosotros nunca nos opusimos a la construcción de las cloacas en los barrios J.J. Gómez, Corral y Belgrano, al contrario, siempre creyó necesaria esta obra, pero planteamos nuestros reparos a la planta en sí por su ubicación y porque se encuentra en un terreno muy elevado. Entonces, hay que impulsar los líquidos hacia arriba, lo que conlleva un costo muy alto, además de tratarse de un lugar impropio ante cualquier problema de funcionamiento de la misma”.
“En su momento, el Municipio aseguraba que no se tiraría el agua al río, sino que se destinaría al riego de una forestación, destinada a su vez a ser una barrera para los olores. Lo cierto es que la forestación no está, y ni siquiera está la tierra para realizarla”, añadió.
Indicó que “el problema más importante es la falta forestación de las 25 hectáreas comprometidas, que no está hecha y ni siquiera está el predio. A esto hay que sumarle las dificultades propias para forestar en ese lugar por las características del suelo”.
Sobre todo, uno de los temas centrales por los que el CODEMA se opuso a esta planta es por su ubicación. Los vientos predominantes no son hacia el pueblo, pero 165 días va a correr viento hacia la ciudad, y en consecuencia, va a sentirse el olor a cloaca.
Manifestó además que “recuerdo el discurso del intendente Carlos Soria asegurando que ésta sería la primera planta de tratamiento de líquidos cloacales que no iba a tirar el agua al río, pero en realidad, no acertó en una cosa ni en la otra. En primer lugar, porque no hay plantas qué regar, y en segundo, porque ya existen plantas de tratamiento como la de San Antonio Oeste, donde los líquidos se utilizan para regar olivares en la zona de meseta”.
Echeverría remarcó en tal sentido que “ahora nos encontramos con una planta de tratamiento no autorizada ambientalmente, un acta acuerdo firmada por la comuna con acciones para cumplimentar que no ha completado, y una serie de requerimientos que el Municipio no afrontó y ahora deberá hacerse cargo la Provincia. A esto hay que sumarle un complejo sistema de ecuación económica a futuro, teniendo en cuenta que J.J. Gómez, Corral y Belgrano son barrios humildes, en los que seguramente habrá poca cobrabilidad del servicio, y por ende, la empresa no podrá cubrir los costos que demanda el servicio”.
Agregó que “en este marco, nosotros seguimos trabajando y exigiéndole al DPA que le haga cumplir al Municipio de Roca los compromisos asumidos, ya que la Comuna recibió financiamiento para la obra y debe devolver este dinero”.
“Si hoy tuviéramos que poner en funcionamiento la planta, el líquido tratado tendría que ir a un desagüe, y de éste al río”, consideró.
Aseveró que “solamente vamos a aprobar la planta si cumple con los condicionamientos ambientales
expresados en el Estudio de Impacto Ambiental. El DPA se ha comprometido a cumplimentarlos, aunque algunos de ellos implican erogaciones muy importantes, como es el caso de la forestación y algunos significan compromiso de las áreas específicas. Hoy quienes deben cumplirlo son DPA y ARSA”.
“En tanto, el Municipio debería responder ante los defectos constructivos y los mayores costos que tendrá la Provincia por este funcionamiento. Si la planta no cumple, el CODEMA no la va a autorizar si no se cumplen los requisitos ambientales, que son los mismos que el ENHOSA –órgano que financió esta obra- le exigió inicialmente al Municipio de Roca para entregarle el aporte de dinero al intendente Soria”, sostuvo.
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