El fantasma de los anegamientos volvió a sobrevolar ayer la zona del barrio San Vicente en Concepción del Uruguay, sin embargo, pese a haberse registrado veredas y patios con mucha agua, no hubo viviendas que sufrieran el ingreso del agua por el temido desborde del arroyo Las Ánimas.
Con una copiosa lluvia que sumó más de 50 milímetros en pocas horas, el agua buscó naturalmente desaguar hacia el arroyo, que en pocos minutos quedó al borde de sus costas y, en varias bocacalles, directamente cortó el tránsito debido a la intensidad de la correntada.
Sobre las 8 todas las calles de la ciudad parecían inundadas y no había desagües que dieran abasto, la intensidad de la lluvia tornó sumamente lento el tránsito y causó congestionamientos en distintos puntos de la ciudad, sobre todo en los alrededores de los establecimientos educativos, ya que mucha gente intentaba llegar hasta las puertas mismas de los colegios para no dejar a sus hijos en medio de la lluvia.
Las Ánimas. El problema del arroyo tiene ya varios meses e hizo eclosión luego de una de las últimas grandes lluvias cuando se comprobó que la construcción de una nueva alcantarilla se transformó en un embudo que no fue suficiente para desaguar e hizo desbordar el arroyo provocando serios daños en el vecindario, que se vio anegado en muchas de sus viviendas.
La situación se ve agravada, además, por las construcciones que los propios vecinos han ido haciendo sin ningún tipo de planificación, utilizando distintos métodos para ganarle espacio al cauce del arroyo, transformando algunos tramos en estrechos pasadizos que no dejan desaguar con la rapidez suficiente.
UNO recorrió ayer el lugar mientras llovía copiosamente y pudo observar cómo el arroyo corría como un torrente por el lugar, colmando la capacidad del desagüe hasta su mismo borde aunque siempre por el cauce y sin desbordar, como en ocasiones anteriores.
“Yo tengo el agua en el patio y en la vereda, en mi casa todavía no entró, pero si sigue lloviendo no se qué pasará”, remarcaba Mirta de calle Artusi, que en plena lluvia dialogó con UNO y no sabía si el agua provenía del arroyo o era la enorme cantidad de lluvia la que había rodeado de agua su vivienda.
La lluvia intensa no duró mucho, a la hora el agua comenzó a bajar, y el riesgo, al menos por esta vez, no llegó a causar los daños que tanto se temían.
Respuestas. Atentos a la situación luego de haber sufrido reiteradas protestas, los funcionarios municipales vinculados a la asistencia de estos casos recorrieron la zona para tener un panorama de la situación.
El secretario de Desarrollo Social, Leonardo Blanc; el director de Participación Ciudadana, Ricardo Sánchez, y personal de Obras Públicas recorrieron el barrio San Vicente, y tras el relevamiento realizado con los vecinos, Blanc informó: “Recorrimos las zonas más críticas sobre la cuenca, a la altura de Celia Torrá, y en Ruiz Moreno y 8 de Junio, verificando cuál fue la situación en las horas pico”.
Explicó: “Puntualmente vimos, en las zonas críticas, que los anegamientos por rebalsamientos fueron bien llevados y el agua no ingresó a las viviendas, habiéndose atendido planteos puntuales de algunos vecinos”.
Demanda. Blanc también señaló que estuvieron en calle Estrada, “por donde corre el agua proveniente de bulevar Díaz Vélez, que pudo circular más intensamente a raíz del zanjeo realizado, no obstante lo cual en este punto hace falta una colectora. En general los arreglos que se realizaron permitieron sobrellevar mejor la situación, en caso contrario hoy el panorama pudo haber sido más complicado; de todos modos hay que seguir trabajando en el barrio”.
“Estamos priorizando los reclamos de la gente, le doy la derecha al vecino, pero en obras grandes que llegan de la Provincia o la Nación, hay que empezar a visualizar prioridades de obras que necesita Concepción del Uruguay, es la línea que el vecino demanda diariamente a quienes escuchamos en la calle”, sintetizó Blanc.
Hasta las últimas horas de ayer, la histórica precipitación fue de más 160 milímetros
La correntada arrastró a un automovilista que salvó su vida de milagro
La lluvia desbordó el arroyo Las Tunas y aisló a San Benito
Las tumbas en el cementerio quedaron bajo agua. Tuvieron que cortar las rutas 12 y 18 por precaución
Los 120 milímetros de lluvia que cayeron ayer en San Benito, en menos de dos horas, dejaron practicamente aislada la ciudad. Fue tal el caos que se originó que, por la mañana, el intendente Ángel Vázquez pidió a los ciudadanos que no salgan de la ciudad para evitar accidentes. El funcionario ya estaba al tanto del milagroso salvataje que había realizado personal policial y de bomberos a dos personas y también conocía la situación de los vecinos que viven a la vera del arroyo Las Tunas.
El panorama era tan complejo que, en las primeras horas de la mañana, cortaron el tránsito en las rutas 18 y 12. Luego se permitió el uso de una sola mano en avenida Almafuerte mientras cuadrillas municipales limpiaban el barro que había quedado sobre el puente que fue reformado hace muy poco tiempo.
El rescate. Oscar Tórtul nunca pensó que a las 7 su vida iba a correr peligro al transitar por el camino vecinal, en cercanías del cementerio. La rutina se transformó en terror cuando fue arrastrado por la correntada del desbordado arroyo Las Tunas. Por la tarde, sus familiares de San Benito, confirmaron a UNO que estaban “consternados” por lo que había sucedido.
Tortul iba solo y al cruzar el puente fue llevado unos 10 metros hacia el norte. Los habitantes de zona aseguraron que “el hombre del auto tuvo suerte que fue frenado por los árboles, sino hubiera sido una tragedia”, narró Silvia, una vecina de San Benito que ya está acostumbrada a que el arroyo se lleve automóviles. En el lugar todavía recuerdan el caso de la docente que por poco no perdió la vida en marzo del año pasado.
Esta vez los héroes fueron los buzos tácticos del grupo GIA que también rescataron a un bombero voluntario que había intentado ayudar al automovilista.
En el operativo participaron las dos guardias de la comisaría de San Benito. El comisario Andrés Gómez, que está cargo de la repartición, describió el accidente: “El hombre había quedado atrapado en el interior del vehículo y, al momento de ser rescatado, el agua prácticamente le llegaba al cuello”, detalló el funcionario.
El hombre fue rescatado por los integrantes del grupo GIA de la Policía Departamental de Paraná quienes se acercaron al auto en una canoa para poder sacarlo.
El policía se sumó a las declaraciones del intendente subrayando: “La ciudad de San Benito está prácticamente aislada y para entrar o salir hay que dar toda la vuelta hasta el Acceso Norte e ingresar por la ruta 18. De todos modos, hay que hacerlo con precaución porque hay zonas en las que se juntó mucha agua”, informó.
sIN EVACUADOS. En la Comisaria de San Benito no habían recibido ningún llamado de vecinos que pedían ser evacuados hasta las primeras horas de la tarde de ayer.
La zona más complicada de la ciudad es el barrio San Martín que se encuentra a la vera del arroyo Las Tunas.
En San Benito ahora la preocupación está centrada en calle Marisa. Según los testimonios de los vecinos y de las autoridades policiales, la arteria es “un arroyo” que si se llega a desbordar puede causar serios problemas.
número
120 Fue la cantidad de milímetros que cayó ayer por la mañana, en menos de dos horas, sobre San Benito.
El cementerio queda bajo agua cada vez que llueve
Rodolfo Grinóvero es el encargado del cementerio Parroquial de San Benito. Ayer por la mañana gran parte de las tumbas estaban bajo agua. El campo santo tiene una administración general y además es controlado por el Arzobispado de Paraná y por la parroquia de San Benito. Todos los que tienen algo que ver con el lugar están más que preocupados con las constantes inundaciones. Grinóvero aseguró que el error se cometió cuando “hicieron el nuevo puente sobre la ruta 18”.
El administrador cree no abrieron los suficientes pasos para que salga el agua.
El cementerio se ve afectado directamente porque está a 150 metros del arroyo Las Tunas.
Esto es por el lado de las fallas humanas. La naturaleza también tiene su aporte para que las tumbas queden bajo el agua con barro que trae el arroyo.
“Hace 20 años que trabajo en el cementerio y este tipo de inundaciones se habían dado sólo dos veces. En este último tiempo, con las fuertes lluvias, quedamos tres veces bajo el agua”, narró el trabajador incrédulo.
En el cementerio están preocupados porque cada vez que se inundan tienen que gastar unos 3.000 pesos.
El agua que se junta en el lugar no es sólo la de lluvia sino que también llega desde la localidad de Tesano Pinto, San Benito Sur y claro, del arroyo Las Tunas.
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