Directivos de la empresa Aguas Santafesinas (Assa) pusieron fecha a la reclamada construcción de una planta de ósmosis inversa para mejorar la calidad de agua que consumen los cañadenses. En una reunión celebrada con los concejales, dijeron que la estructura estará funcionando a mediados del año próximo, luego de llevar adelante dos procesos licitatorios para junio y octubre de este año.
El anuncio fue formulado por el presidente del directorio de Assa, Alberto Daniele. El directivo aseguró que la planta —cuya finalidad es disminuir fundamentalmente los índices de arsénico y salinidad— se instalará donde actualmente funciona la cisterna, en los terrenos que la empresa posee al norte de la ruta 9, sobre calle Colón.
?“Habrá dos procesos; la construcción de dos módulos de 50 metros cúbicos y las obras complementarias. La primera parte se licitará en junio y la segunda en octubre. Pensamos que la obra estará funcionando a mediados del año próximo”, afirmó Daniele.
Previsto. Los trabajos forman parte de una programación que la empresa tenía prevista y no una aceleración de los tiempos sobre la base de la exigencia planteada en el Concejo de Cañada de Gómez, según dijeron los directivos minutos después a los medios de prensa.
De todos modos, todo pareció una respuesta de Assa a lo tratado en una de las últimas sesiones del Concejo Municipal donde los ediles aprobaron por unanimidad el reclamo de la planta.
Los concejales de los bloques oficialistas expresaron en la sesión que sobre la base de lo reglamentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) “el agua de Cañada no es apta para el consumo humano”.
“Requerimos al gobierno de Santa Fe que, a través del ministerio correspondiente, disponga la construcción de una planta de ósmosis inversa para mejorar el agua que consumen los habitantes de Cañada de Gómez ya que, según los estudios y análisis realizados oportunamente, exhibe una muy mala calidad, no siendo apta para el consumo por su alto contenido de arsénico y sales”, disparó Tocalli en la sesión.
Sí lo es. La empresa reiteró que el agua que distribuye la firma “es apta para el consumo humano”, teniendo en cuenta los parámetros de calidad establecidos por la ley 11.220 y las pautas complementarias vigentes, que regulan los servicios sanitarios de más de 300 prestadores en toda la provincia de Santa Fe, tanto estatales, como cooperativas y privados.
También dejaron aclarado que llevan adelante un proceso de vigilancia de la calidad con la toma de muestras para la realización de análisis en forma permanente del agua que se capta y distribuye.
Informaron en ese sentido que, durante 2009, llevaron adelante 7.770 determinaciones en las perforaciones, 1.880 determinaciones en salida de cisterna y 960 determinaciones en redes de distribución.
“Los análisis se realizan en el laboratorio del departamento Calidad Regional Rosario de ASSA, uno de los mejores del país en cuanto a tecnología de su equipamiento y capacitación de su personal”, aseveraron.
Respecto al arsénico, la ley 11.220 establece como límite 0,050 miligramo por litro para el agua de bebida. Este límite también está establecido por el Código Alimentario Argentino hasta el año 2012, fecha a partir de la cual se reduciría a 0,010 miligramo por litro.
La Organización Mundial de la Salud estableció como “valor guía” 0,010 miligramos de arsénico por litro, siendo definido por la OMS como “valor provisional”.
“Ese valor guía —subrayaron— es un número de referencia para los organismos de salud gubernamentales, pero no un límite obligatorio. Sirve para que cada gobierno fije sus propias normas de calidad en función de sus realidades”.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
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