La tercera mayor hidroeléctrica del mundo será brasileña. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva aprobó ayer licitar la construcción de la represa Belo Monte, un gigante de hormigón en plena selva amazónica que generó duras críticas de grupos ecologistas. La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) publicará la licitación en abril.
La represa está proyectada desde hace 30 años, pero su construcción se congeló por la presión de ecologistas, indígenas y campesinos. Ubicada a orillas del río Xingú, en el norteño estado de Pará, Belo Monte seguirá en tamaño a la de Tres Gargantas en China, y a Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay. Demandará una inversión de 10.600 millones de dólares y tendrá una potencia de 11.233 megavatios a partir de su puesta en funcionamiento, prevista para 2015.
El proyecto incluirá compensaciones ambientales por 280 millones de dólares, pues inundará 506 kilómetros cuadrados de selva y afectará a 77 municipios, además de tierras indígenas.