Fueron entre veinte minutos y una hora en que el agua cayó en Mendoza como hacía meses no ocurría. Tanto fue así que en cuestión de segundos, la tormenta del miércoles por la noche derribó árboles y ramas; inundó casas, cauces y acequias; dejó a oscuras varios barrios y afectó una gran cantidad de fincas en distintas zonas rurales.
El saldo más trágico fue la muerte de una mujer de 80 años quien se vio atrapada por la corriente de un zanjón en plena Avenida SanMartín Sur, de Godoy Cruz.
De acuerdo al parte que Defensa Civil de la provincia dio a conocer ayer, el aguacero se desató con mayor fuerza a las 22.50. Los núcleos de agua se desplazaron de norte a sur sobre todo el territorio, aunque en el Valle de Uco, en el Este y el Sur mendocino, la lluvia estuvo acompañada de granizo. Los departamentos más afectados fueron Luján de Cuyo, Godoy Cruz, Guaymallén y Maipú.
"En total tuvimos 131 intervenciones, con 33 viviendas inundadas y 36 árboles que se cayeron. Pero lo más grave fue el fallecimiento de la señora", se lamentó Rafael Garay, titular del área.
Durante toda la mañana, las distintas áreas de cada comuna intentaban rastrear los casos más complicados en coordinación con Defensa Civil. En Las Heras, por ejemplo, la Dirección de Acción Social tuvo que asistir a una familia del barrio Democracia cuya casa quedó inundada con diez centímetros de agua, mientras que otras cuatro de El Borbollón requirieron la entrega de palos y rollizos.
Como suele ocurrir, los sectores más vulnerables fueron los más perjudicados. "Estamos trabajando con guardias para poder atender todos los casos que podamos", dijo Juan Carlos Vivanco, director de Defensa Civil de ese departamento.
En Capital, las trabajadoras sociales salieron a relevar las zonas más proclives a sufrir daños, goteras y filtraciones. Además, en esta jurisdicción hubo ramas caídas de gran magnitud en cinco lugares diferentes, aunque no se reportaron vehículos, casas ni personas afectadas.
Al igual que en el resto de la provincia, en Guaymallén la postal mostraba durante buena parte de la noche y hasta la madrugada, acequias rebasadas y calles que por momentos parecieron ríos. Allí, al menos seis árboles cedieron ante la fuerza de la tormenta. "Otras veces ha sido más complicado porque no se había realizado la poda adecuada", mencionaron desde la oficina de prensa.
La peor parte se la llevaron los vecinos de una vivienda ubicada en calle Juan Gualberto Godoy, quienes necesitaron ser ayudados de emergencia debido a que el techo cayó, por suerte sin dañar a ninguno de sus habitantes.
En Godoy Cruz, el panorama no fue menos complicado. "Aquí la lluvia tuvo características de vendaval; el viento fue muy fuerte y tiró entre diez y quince árboles", aseguró Humberto Mingorance, director de Higiene Urbana de ese municipio. Allí, si bien la tormenta de verano fue pareja, Benegas (en las inmediaciones del Calvario) fue el distrito que más sintió el corte de luz. Al menos hasta mañana, los operarios de las distintas reparticiones seguirán realizando recorridos para despejar calles y desagües aluvionales que quedaron bloqueados con ramas.
Drenajes colapsados
Desde el punto de vista de Garay, un aspecto que por lo general complica la situación cada vez que llueve en la provincia, tiene que ver con la falta de conciencia de la población al momento de dejar sus residuos. "Los sistemas de drenaje se ven colapsados por la imprudencia de la gente", dijo.
Así, después de más de tres meses sin precipitaciones significativas,Mendoza vivió el chaparrón más importante del verano. Según destacó Silvia Simonelli, doctora en meteorología y jefa de la oficina de Vigilancia Meteorológica, ubicada en el Aeropuerto El Plumerillo, el fenómeno se encuadró dentro de los parámetros normales de verano.
"El período de tormentas en Mendoza abarca desde principios de octubre hasta fines de marzo", explicó.
De acuerdo a los registros del Servicio Meteorológico Nacional, la tormenta se desató a las 22.10 y se extendió hasta las 23.30 aproximadamente. "De todos modos hay que aclarar que probablemente en otros sectores de la provincia -como el centro- cayó mucha más agua y duró menos", añadió Simonelli.
Cortes de Edemsa
Edemsa informó que, como consecuencia de la fuerte tormenta de ayer y de la caída de ramas y arbolado sobre la red de distribución, hubo cortes en suministro de algunas zonas de Mendoza; especialmente en Carrodilla (Luján), El Borbollón (Las Heras), Sexta y Cuarta Sección (Capital), Dorrego (Guaymallén) y Luzuriaga y Gutiérrez (Maipú).
Según comunicó la empresa, casi la totalidad de la zonas afectadas recuperaron el servicio minutos después de la tormenta aunque quedaron algunos puntos con problemas más graves, fundamentalmente donde había arbolado sobre el tendido, cables cortados, aisladores y fusibles quemados o subestaciones eléctricas dañadas.
"La demora en restablecer el servicio en algunas zonas puntuales de Capital y Carrodilla, principalmente, se debe a los trabajos de reparación de líneas e instalaciones que son necesarios realizar antes de restablecer el servicio con garantías de seguridad para los usuarios", dice el comunicado. Agrega que el teléfono de consultas o reclamos es el 0800-3-333672.
Unas 800 ha fueron dañadas en Junín y San Martín
Por Javier Hernández
Unas 800 hectáreas de cultivos ubicados en zonas de Junín y San Martín fueron afectadas por una fuerte tormenta de lluvia, viento y granizo que se desató cerca de la medianoche de ayer. En el resto de la zona Este, y aunque el agua se precipitó sobre casi toda la región, no hubo daños de consideración.
Según el municipio de Junín, las pérdidas en ese departamento se registraron principalmente en los distritos de Philipps y Mundo Nuevo, con daños que van desde 20 a 40%, en al menos unas 400 hectáreas; mientras tanto, los cultivos afectados en San Martín están concentrados en el distrito de Tres Porteñas donde, según estimaciones de la comuna, las pérdidas afectarían a unas 400 hectáreas con daños que oscilan entre 50 y 100%.
"Es difícil hacer un cálculo preciso porque todavía hay caminos y callejones intransitables por la lluvia, pero creemos que hay pérdidas en unas 400 hectáreas de Tres Porteñas y Chapanay", explicó Jorge Briones, de la Dirección de Desarrollo Económico de San Martín y agregó: "Acá el problema es que si bien hace rato que se está cosechando, todavía queda mucha uva en las viñas porque no se ha alcanzado el grado suficiente".
Alfredo Giménez, titular del área de Vivienda de ese departamento estimó, tras la tormenta, que "entre 150 y 200 viviendas del distrito de Tres Porteñas van a necesitar algún tipo de reparación".
Isabel Tobares es la esposa del contratista que lleva adelante una finca de 60 hectáreas al oeste del pueblo de Tres Porteñas: "Con suerte nos habrá dejado 10% de la producción", contó la mujer, resignada por la suerte en contra, y recordó que "el lunes habíamos arrancado con la cosecha, pero es poco lo que hemos llegado a cosechar".
Algo similar ocurría en la finca de viñedos y chacras que Juan Vega tiene a su cargo: "Fue una mezcla de viento, lluvia y granizo que cayó unos minutos antes de la medianoche", dijo el hombre y calculó que la piedra precipitó durante unos seis minutos. "Era una tormenta como hacía tiempo no se veía, con decirle que el viento terminó por voltear todas las cajas de tomates que ya estaban cosechados".
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