El premio Nobel Mario Molina advirtió que las actividades humanas ya han afectado la mitad de la superficie del planeta: 50 por ciento de los manglares han desaparecido y 75 por ciento de las pesquerías están explotadas o sobrexplotadas. Señaló que de no tomar ya medidas para atacar el cambio climático será más costoso para la humanidad.
Al dictar la conferencia Desarrollo sustentable y cambio climático en el Colegio Nacional, dijo que el mercado ha fallado en no incorporar el costo del daño al medio ambiente e hizo un recuento de daños. La mitad de los humedales han sido convertidos en granjas camaroneras, desarrollos turísticos o campos agrícolas.
Sumado a ello, tres cuartas partes de las pesquerías que proporcionan alimentos está explotadas o sobrexplotadas y las llamadas “tierras secas” pasaron de 15 por ciento de la superficie total en 1970 a 30 por ciento en 2002, y aún hay efectos del desarrollo económico que están por verse.
Ejemplificó que si China continúa con su tasa actual de crecimiento, de alrededor de 8 por ciento anual, el consumo de productos que tendrá en 2030 por habitante será similar al de Estados Unidos, con la diferencia de que esa población es mucho mayor. Detalló que en 2004 ese país consumía al día 84 millones de barriles de petróleo, lo cual para 2031 llegará a 99 millones.
En lo que se refiere a la atmósfera, dijo que los resultados del Panel Intergubernamental de Cambio Climático –en el que participan 2 mil científicos de todo el mundo– revelaron que los gases, como el bióxido de carbono, el metano y el oxido nitroso permanecen en la atmósfera y han provocado alteraciones en el balance térmico de la tierra.
Explicó que el incremento de estos gases se dio a partir de la segunda mitad del siglo pasado, y que mientras el metano y los óxidos nitrosos –que se generan sobre todo por el ganado y el uso de fertilizantes, respectivamente– pueden desaparece en unos años, el bióxido de carbono permanece por largo tiempo en la atmósfera.
Señaló que las manifestaciones del cambio climático se observan en el incremento de desastres, como las inundaciones. En Tabasco, agregó, se encontró que la lluvia de 2007 había sido atípica, mayor a la de otros años, y, aunque un sólo evento no puede hablar del calentamiento global, “se ha observado el aumento de anegaciones en el planeta, las cuales están relacionadas con el aumento de gases en la atmósfera”.
Durante la jornada de conferencias Química verde y calentamiento global, el experto agregó que existen riesgos de cambios abruptos, como el cambio en la circulación del agua de océanos.
Se deben establecer medidas para hacer más eficiente el uso de la energía, bajar la deforestación de los bosques, disminuir la dependencia vehicular y usar energías alternas, como los biocombustibles, la energía eólica e inclusive la nuclear. Son acciones que “no implican sacrificios”. |
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