En diciembre próximo, el satélite argentino SAC-D Aquarius partirá a bordo del cohete Delta II, que será lanzado desde la base Vandenverg de los Estados Unidos, con el objetivo de observar la Tierra desde una órbita de 657 kilómetros de altitud.
Según los planes, el satélite se terminará de ensamblar en abril; al mes siguiente se enviará a Brasil, donde se realizarán pruebas de vibraciones, y en octubre partirá hacia los Estados Unidos, según se informó ayer durante un seminario en el que se presentaron los detalles de la última fase de integración del satélite.
Con sus ocho instrumentos, medirá diversos parámetros ambientales, como la salinidad de los océanos, la humedad de los suelos y la distribución de los hielos marinos. Así, será un verdadero observatorio científico del océano, la atmósfera y la superficie terrestre.
El SAC-D Aquarius es el cuarto satélite de la serie SAC (siglas de"Satélites de Aplicaciones Científicas"), y es el resultado de un proyecto de colaboración internacional que lidera la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) junto con su socio principal, la agencia espacial estadounidense NASA.
En el recorrido que se realizó ayer en Invap, los visitantes vestidos con cofias blancas y delantales celestes ingresaron a la "sala limpia" -un recinto donde se renueva el aire hasta siete veces por día- para observar las piezas del satélite.
"Cuando se desplieguen sus paneles y sus antenas, el satélite medirá más de siete metros de largo", contó Daniel Caruso, jefe del proyecto por parte de la Conae. Su par de la NASA, Amit Sen, agregó: "Construir y operar equipo en el espacio no es una tarea sencilla. Se necesitan dos elementos: un equipo de personas talentosas y motivación para trabajar y resolver problemas".
En la reunión, participaron el canciller y presidente del directorio de Conae, Jorge Taiana, y los embajadores de los países que participan como socios de este proyecto de colaboración espacial: EE.UU., Francia, Italia, Canadá y Brasil.
"El plan espacial nacional está diseñado para que el conocimiento que genere la ciencia del primer nivel sea utilizado por la sociedad. Y demostrar que en la Argentina esto se puede hacer", destacó Conrado Varotto, director ejecutivo y técnico de la Conae.
Cambio climático
Uno de los principales instrumentos del satélite es el Aquarius, que fue aportado por la NASA y que medirá la salinidad de los océanos. "La salinidad forma parte del ciclo del agua y afecta su circulación, algo que está asociado con los cambios del clima en el largo plazo", informó Gary Lagerloef, investigador principal de la misión de la NASA.
Lagerloef dijo que en noviembre pasado la Agencia Espacial Europea puso en órbita al primer satélite que mide la salinidad oceánica. "Pero la NASA sólo comenzará a medir este parámetro con el SAC-D Aquarius, y la idea es compartir la información de ambos satélites", dijo.
Su colega Sandra Torrusio, investigadora principal por parte de la Conae, destacó que en el pasado reciente, los datos sobre la salinidad se recababan sólo con boyas y barcos en el mar. "Con la información que recolectará este nuevo satélite se podrán elaborar mapas y modelos más precisos", agregó.
En la reunión participaron las autoridades de los ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. También, representantes de diversos organismos nacionales, como el INTA y la CNEA, y de diferentes universidades nacionales, que forman parte de la iniciativa.
ENTUSIASMO Y EXPECTATIVA
El ambiente que se vivió ayer en esta ciudad fue de entusiasmo y altas expectativas por la inminente finalización de la etapa de integración del SAC-D Aquarius y, sobre todo, se hizo hincapié en la importancia de la cooperación internacional. En el cierre de la reunión, los embajadores de los países que participan del proyecto pronunciaron breves discursos, en los que dejaron ver que hay planes de nuevos proyectos en conjunto. "El trabajo del satélite va a beneficiar a todos los pueblos para entender el cambio climático", dijo a LA NACION la embajadora de los Estados Unidos en la Argentina, Vilma Martínez.
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