El concejal Héctor Acuña (Santafesino 100 %) presentó un proyecto de ordenanza, por el cual solicita se declaren “como obras del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810 para la ciudad de Santa Fe, las obras hídricas contempladas en el Plan Director elaborado por el Instituto Nacional del Agua”, y que se le otorgue el carácter de “Política de Estado” a la ejecución de estos trabajos.
Para poder atender los costos que demandan, el edil propone la creación de un fondo especial que, desde su iniciativa, estaría compuesto por “aportes del gobierno nacional; aportes del gobierno provincial; el 25 % de los fondos que el municipio determine para obra pública en cada presupuesto anual a partir del presupuesto 2011 y hasta que se concluya la totalidad de las obras mencionadas en dicho plan director; una suma equivalente al 100% de lo que se recaude por la aplicación de las multas por exceso de velocidad y todo otro aporte que el municipio estime conveniente”.
La iniciativa contempla luego la creación de “una comisión permanente, conformada por un representante de cada bloque legislativo del Concejo y dos miembros por el Departamento Ejecutivo Municipal para gestionar fondos ante los gobiernos de la Provincia y la Nación”.
Pero el artículo más polémico del proyecto de ordenanza es el que solicita se tramite “la suspensión temporaria de las obras de la Fábrica de Cultura y la Recuperación de la Redonda y la remisión de esos fondos para la ejecución de obras hídricas contempladas en el plan director elaborado por el INA”.
Las razones
En los fundamentos, el concejal Acuña sostiene que “la ciudad es vulnerable; cada lluvia nos recuerda y nos pone a flor de piel la debilidad estructural del sistema de desagües pluviales que tenemos. Cada gota de agua debe hacernos reflexionar sobre las acciones y las obras que por décadas dejaron de ser prioritarias para los distintos administradores de la ciudad. Alguna vez tenemos que aprender a valorar las obras que van por debajo de la tierra, porque ellas son las que nos darán la infraestructura y la fisonomía propia de una ciudad que se precie de capital. El tiempo y la hora reclaman acciones inteligentes, reclaman la grandeza en las acciones y en los pensamientos de los administrados y de los administradores”, sostiene el legislador.
Considera Acuña luego que “cada precipitación nos debe hacer pensar que las obras que no se ven son las más importantes y alguna vez tenemos que tener el coraje y la inteligencia para no dejarnos llevar o engañar por la política marketinera del gobierno de turno, que seguramente verá que es más redituable un playón con un payaso repartiendo globos o un puente peatonal para disfrute de unos pocos o la limpieza de una fachada cuando el resto sigue igual”, considera el edil de Santafesino 100 por Ciento.
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