"El canal interprovincial entre Salta y Santiago del Estero no se ubicará en la localización propuesta por la consultora AT&T, sino que se desplazará aguas abajo, surgiendo en consecuencia la necesidad de reconsiderar el emplazamiento de las obras". Esto se acordó durante una reunión que mantuvieron funcionarios salteños y santiagueños y de Recursos Hídricos de la Nación el jueves, con integrantes de la Comisión Interjurisdiccional RíoJuramento-Salado.
El anuncio fue realizado ayer por Alfredo Fuertes, secretario de Recursos hídricos de la provincia, lo que lleva alivio a los regantes del consorcio del río Juramento ubicados desde El Quebrachal al sur, quienes piden desde hace años que no se concrete el proyecto santiagueño porque se verían seriamente perjudicados.
El canal propuesto por la provincia vecina tenía 280 kilómetros de longitud y afectaría a decenas de productores cuyas fincas colindan con el río en los 140 kilómetros de la jurisdicción salteña hasta el límite interprovincial.
Con lo acordado el jueves, el canal tendrá unos 150 kilómetros, observará "un recorrido aproximadamente paralelo a la traza del canal El Vencido, hasta su vinculación con la traza ya definida en Santiago", según el acta signada por las partes.
Otra parte que resulta vital para los pobladores santiagueños es que la provincia de Salta reafirmó su compromiso de dar cumplimiento a los acuerdos previos alcanzados entre las partes. Es decir, no se escatimará ni un solo metro cúbico del agua prometida a la hermana provincia.
En 2008, ambas provincias acordaron construir un conjunto de obras destinadas a embalsar y derivar agua a Santiago del Estero, cuyos componentes principales son el azud derivador acordado el jueves y el canal revestido a partir de éste hasta la Presa Figueroa. También están previstos otros tres canales unificadores, llamados Canal Norte, Canal Divisadero y Canal Margen Derecha, los que incrementarán la eficiencia de captación y distribución del agua para riego, garantizar la entrega de agua en bloque al consorcio de regantes salteños y facilitar el ejercicio del poder de policía.
Las observaciones realizadas por Salta a la propuesta del azud anteproyectado por la consultora fueron que se atravesaría una zona productiva de una complejidad socioeconómica importante.
Efectivamente, en la zona existen emprendimientos productivos empresariales que ocupan abundante mano de obra local y pequeños productores familiares como en El Vencido y Alto Alegre, los que suman unos 26 catastros, varios en condominios, por lo que los pobladores afectados serían aún más.
Las ventajas del canal acordado
Fuertes resaltó que las ventajas de haber acordado relocalizar el azud derivador y la extensión del nuevo canal derivador son muchas.
“La nueva ubicación, a unos 10 kilómetros del límite interprovincial aproximadamente, tiene barrancas aptas para crear un lago artificial, lo que generará turismo y deportes; no ocupará más de 100 metros de ancho, por lo que el albardón no será muy costoso y permitirá un monitoreo muy ajustado del caudal”, describió el ingeniero.
Además, como nuestra legislación provincial prevé, se respetará el procedimiento de audiencias públicas para que todos los interesados participen y discutan el impacto ambiental que las obras conllevarán.
La obra es muy importante e implicará una inversión de aproximadamente $900 millones, que deberán ser ser financiados por la Nación para llevar agua dulce a los pobladores de Santiago del Estero, que sufren la salinidad aportada por el Bañado de Copo. |
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