Existen muchísimas formas de robar un servicio. Intervenciones sofisticadas, que insumen tiempo y conocimiento de un experto, arreglos "más caseros", esos que cualquiera que "entienda" un poco del tema los puede hacer, y otros que se arriesgan a correr su suerte… aunque la experiencia pueda durar poco y nada.
¿De qué hablamos? De un servicio, público, sanitario, indispensable y muy valioso: el agua. El agua potable de la que mucho se dice 'se derrocha', pero pocos admiten que también se roba.
En esta ciudad, como ocurre en tantas otras, el vital servicio llega en abundancia sólo para algunos, que en muchas ocasiones hacen uso y abuso de la red, mientras tantos otros padecen la sequía en sus canillas. Cada verano la situación se repite y la postal de cortes, falta de presión e interrupciones cotidianas, se repite. El consumo promedio, por día y por persona, se estima en 600 litros. Ahora bien… ¿el consumo es parejo en cada uno de los miles y miles de hogares?
Qué uso real se le da a un costoso servicio de potabilización de agua, cuando las estadísticas históricas cuentan que, los mismos usuarios, prácticamente duplican su uso en verano, en comparación con los meses más fríos del año.
Profundas piscinas, quintas, huertas, riego de grandes superficies… uso de modernos sistemas que toman grandes porciones de líquido… son algunos de los "usos extras" que podrían inferirse, más allá de los "lavados de veredas o autos".
"Se hace mal uso de un servicio que es caro, cuesta mantener y es muy necesario", confían autoridades de la empresa de aguas, ARSA. Pero además del "mal uso", existen muchos usuarios que no lo pagan.
No es nuevo, ni llamativo, para algunos, hablar de "truchar" medidores, directamente romper estos aparatos, o hablar de 'by pass' clandestinos. Pero, según las autoridades de la empresa encargada del servicio de agua, "cuesta detectar este tipo de maniobras". Juan Carlos Ricca, gerente de Explotación de la empresa, reconoció que "el robo de agua existe", pero "no hay registros", indicó, "porque es algo muy difícil de medir, más allá de la detección de las conexiones clandestinas". Lo mismo pasa con el líquido que se fuga por fallas en el sistema.
En diversas ciudades, por la antigüedad de los medidores, "irregularidades", fallas y roturas, el año pasado se recambiaron unidades. Pero se admitió la dificultad de conocer a ciencia cierta, las consecuencias de un presunto robo del servicio porque -por caso- Roca cuenta con más de 30 mil usuarios, pero apenas la mitad cuenta con medidores. El resto abona una tarifa mínima por el uso del servicio.
En Río Negro, el panorama es similar. ARSA tiene un total de cuentas del sistema medido de 113.176 usuarios, 37.534 es el "total de cuentas presunto" y un total de 18.887 que corresponden a baldíos. Es decir que en total suman 169.498 usuarios del servicio -según los datos a fines de diciembre de 2009-, de los cuales sólo el 67% posee medidores.
El "derroche" a simple vista es exagerado, si se tiene en cuenta que según organismos internacionales, en Europa el consumo promedio "aceptable" por día y por persona es de entre 50 y 150 litros como máximo. Aquí la cifra se multiplica varias veces.
Y según advierten desde la empresa, se suelen detectar distintas formas para "manipular" un medidor y "hacer bajar" el registro del consumo real.
Según consultas que hizo "Río Negro" con plomeros y profesionales de la construcción, "contar con más agua, sin tener que pagar 'extra'" es más fácil de lo que se cree. "Lo puede hacer cualquiera que entienda más o menos de esto", confió un plomero.
"Se puede agregar un caño, con llave o no, antes de la entrada donde está el medidor, y queda bajo tierra", dijo, "sino, esto sí es un poco más difícil, sé que colocan un alambre en un lado del aparato y alteran algo que mide el consumo". Todas prácticas ilegales que, de ser detectadas, son pasibles de sanción.
Las peores consecuencias
Cada minuto mueren 4 niños por falta de agua potable o saneamiento deficiente, en el mundo. Cada 15 segundos muere un niño por una enfermedad cuyo origen está en la falta de acceso al agua segura para beber, el saneamiento deficiente o la falta de higiene, según informó la Cruz Roja Española, con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua. En total, hasta 884 millones de personas siguen sin tener acceso a agua potable en todo el mundo.
"El número de niños menores de cinco años que mueren por diarrea, más de 1,5 millones cada año, supera el total de muertos atribuibles al sarampión, el paludismo y el VIH/SIDA. Uno de 200 niños que contraen diarrea mueren a causa de ella", agrega Cruz Roja.
Al mismo tiempo, señala que en cuanto al saneamiento, más de 2.700 millones de personas (incluidos 980 millones de niños) no tienen acceso a instalaciones apropiadas, lo que equivale al 41% de la población mundial.
Las peores consecuencias
Cada minuto mueren 4 niños por falta de agua potable o saneamiento deficiente, en el mundo. Cada 15 segundos muere un niño por una enfermedad cuyo origen está en la falta de acceso al agua segura para beber, el saneamiento deficiente o la falta de higiene, según informó la Cruz Roja Española, con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua. En total, hasta 884 millones de personas siguen sin tener acceso a agua potable en todo el mundo.
"El número de niños menores de cinco años que mueren por diarrea, más de 1,5 millones cada año, supera el total de muertos atribuibles al sarampión, el paludismo y el VIH/SIDA. Uno de 200 niños que contraen diarrea mueren a causa de ella", agrega Cruz Roja.
Al mismo tiempo, señala que en cuanto al saneamiento, más de 2.700 millones de personas (incluidos 980 millones de niños) no tienen acceso a instalaciones apropiadas, lo que equivale al 41% de la población mundial.
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