Organizaciones argentinas que integran la Red Latinoamericana contra Represas y por los Ríos las Comunidades y el Agua(1) acuerdan que el debate trasciende los aspectos técnicos y pone en discusión el crecimiento y los límites e impactos sociales y ambientales de dicho crecimiento.
El especialista en energía, Pablo Bertinat, de Taller Ecologista (Rosario) sostiene que “es cierto que en América Latina, en pleno siglo XXI, 45 millones de personas no tienen acceso a la electricidad, pero los nuevos proyectos de generación eléctrica que se sumaron en los últimos 20 años más los que se han propuesto últimamente no apuntan a solucionar el acceso a los excluidos del sistema”.
Los ambientalistas afirman que el modelo exportador vigente es un gran devorador de energía y concentra riqueza, los principales beneficiarios de estos emprendimientos en América Latina son el sector minero en crecimiento e industrias electrointensivas. Como ejemplo, Minera Bajo La Alumbrera, solo una empresa, representa cerca del 1% del total de transacciones del Mercado Eléctrico Mayorista (2).
Argentina cuenta, para diferentes propósitos, con unas 130 represas, 96 de las cuales son grandes represas de acuerdo a la definición internacional. Actualmente hay cuatro licitaciones nacionales en marcha en las provincias de Neuquén, Mendoza, Catamarca y Santa Cruz.
En noviembre de 2009, de acuerdo a resolución 762/2009 de la Secretaría de Energía se creó el llamado Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas. A través del mismo se intenta garantizar el financiamiento de las nuevas obras. “Sin embargo las condiciones a que hace referencia solo se refieren a cuestiones técnicas sin incluir impactos sociales y ambientales, de esta manera solo se busca garantizar el flujo de fondos para el desarrollo de nuevas grandes obras incluso si esto va a significar algún tipo de endeudamiento externo” agrega Bertinat.
En Neuquén, se licitó la presa Chihuido I, sobre el río Neuquén, de 478 MW de potencia instalada, con una inversión aproximada de US$ 900 millones, que requerirá la reubicación de los parajes de Quili Malal, Villa del Agrio y Agrio del Medio y considerada de alto impacto ambiental por la misma Secretaría de Energía de la Nación.
Recientemente el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, recibió las ofertas para la construcción de dos emplazamientos hidroeléctricos en el sistema Río La Leona – Río Santa Cruz: Cóndor Cliff y La Barrancosa, que se estima tendrán 1.740 MW de potencia instalada y más de 15 mil millones de pesos de inversión, monto que llevó a calificar la obra como Yacyretá 2 (3). Al respecto las organizaciones sostienen que es un proyecto considerado inmaduro para un llamado licitatorio, y exigen la realización del proceso de evaluación ambiental antes de que se adjudique la obra.
Además del impacto que generan estas obras sobre la biodiversidad y las actividades económicas locales al obstruir el escurrimiento natural de los ríos, “nos preguntamos cómo resistirían ante un sismo como el ocurrido recientemente en Chile. La represa proyectada sobre el río Puelo en Chile a 9 km de nuestra frontera, está sobre una zona de falla que ha manifestado frecuentes disturbios telúricos, este solo hecho es motivo suficiente para cancelar este proyecto hidroeléctrico”, expresó Alejandro Yaniello de la organización ecologista Piuké de Bariloche. Al respecto la Legislatura de Chubut se manifestó en 2008 oponiéndose a la construcción de las represas proyectadas por la empresa Endesa de España y su filial en Chile, sobre el Río Puelo y el Manso Inferior (4).
En localidades de Misiones y Corrientes se realizarán diversas actividades en oposición a la construcción de la represa Garabí sobre el río Uruguay, organizadas por la Coordinadora de lucha por los ríos libres de represas y por los Ciudadanos Autoconvocados contra las Represas de Posadas, en particular habrá una importante movilización en Azara, localidad misionera que quedará afectada. Los pobladores se basan en los graves impactos ambientales y sociales ocasionados por Yacyretá, emprendimiento que generó cuantiosas deudas y promesas incumplidas.
Finalmente, los miembros de RedLar Argentina exigen se descarten definitivamente los proyectos de nuevas represas en el litoral argentino, expresando que el crecimiento del país no puede realizarse a expensas de sacrificar la naturaleza y perjudicar a una parte de la población para beneficio energético de otros.
NOTAS
(1) Redlar (Red Latinoamericana contra Represas y por los Ríos, sus Comunidades y el Agua). La red está integrada por organizaciones sociales, indígenas, ambientalistas, de derechos humanos, de mujeres, redes, frentes, y movimientos de 18 países de América Latina. En Argentina la integran la Fundación Proteger (Santa Fe), Foro Ecologista de Paraná, Taller Ecologista (Rosario), Fundación M'Bigua (Paraná), Frente de Lucha Mapuche y Campesino, Ala Plástica (La Plata), Piuké (Bariloche), Amigos de la Tierra (Buenos Aires), Eco La Paz (Entre Ríos), Bios (Mar del Plata), Centro de Protección a la Naturaleza (Santa Fe), Red Yaguareté (Salta), Cuña Pirú (Misiones), Fundación SOS Comunidad (Misiones), Pastoral Social (Misiones), Ciudadanos Autoconvocados contra las Represas de Posadas, y Diálogo 2000.
(2) Escenarios Energéticos en América del Sur. Cono Sur Sustentable (2008) disponible en Taller Ecologista.
(3) Los costos de Yacyretá eran en su estimación original de 2.500 millones de U$S, pero el costo del proyecto se estimó a fines del año 2003 en 13.000 millones de U$S. La Comisión Mundial de Represas reveló que el enorme sobrecosto promedio de la construcción de 81 grandes represas de propósitos múltiples de las cuales existían datos era del 56%.
(4) Declaración N° 018/08-HL, 27 de Mayo de 2008.
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