La calidad del agua del mundo está disminuyendo, fundamentalmente debido a las actividades humanas. El creciente aumento de la población, la rápida urbanización, el vertido de nuevos patógenos y nuevos productos químicos de las industrias y las especies invasoras son factores fundamentales que contribuyen al deterioro de la calidad del agua.
Además, el cambio climático seguirá afectando dicha calidad. Los principales riesgos son la falta de datos y de monitoreo sobre la calidad del agua a nivel mundial, así como la falta de conocimientos acerca de los posibles efectos de los contaminantes naturales y antropógenos en el medio ambiente y en la calidad del agua. El hecho de que en muchos países la calidad del agua no se considere algo prioritario ha dado por resultado una insuficiente asignación de recursos, la debilidad de las instituciones y la falta de coordinación para buscar solución a los problemas que presenta la calidad del agua. El deterioro de la calidad del agua se produce cuando la infraestructura municipal e industrial para el tratamiento del agua o el saneamiento, o ambas, trabaja con sobrecarga o cuando esa infraestructura no existe o es obsoleta y las aguas residuales y los desechos se vierten directamente al medio ambiente, donde afloran a la superficie o se mezclan con las aguas subterráneas. La modernización y la ampliación de la infraestructura pueden ser sumamente costosas y, por ello, en general, no marchan a la par del rápido desarrollo. Doble objetivo El Día Mundial del Agua en 2010 tiene un doble objeto. En primer lugar, fomentar la concienciación en cuanto a la conservación de ecosistemas sanos y del bienestar humano abordando los crecientes desafíos en relación con la calidad del agua que se plantean a la gestión de ese recurso. En segundo lugar, dar mayor realce a la calidad del agua exhortando a gobiernos, organizaciones, comunidades y personas en todo el mundo a que adopten medidas en relación con ese tema y realicen actividades de prevención de la contaminación, limpieza y rehabilitación, entre otras.
Las actividades que se celebrarán durante el Día Mundial del Agua en 2010 están dirigidas a transmitir mensajes sobre la calidad del agua, los ecosistemas y el bienestar humano.
Se realizarán, entre otras, iniciativas como: la publicación del sitio web del Día Mundial del Agua 2010 y la preparación de materiales de comunicación y divulgación; la presentación de publicaciones importantes e iniciativas emblemáticas sobre la calidad del agua; la celebración de un evento mundial sobre la calidad del agua en los días cercanos al 22 de marzo de 2010; la celebración de un diálogo sobre políticas dirigido a lograr un compromiso mundial en cuanto a abordar los desafíos que plantean la calidad del agua, los ecosistemas y el bienestar humano en el marco de importantes eventos políticos en todo el mundo; y la necesidad de adoptar medidas para hacer frente a los problemas relacionados con la calidad del agua. Expertos del Programa de la ONU para el Agua y otras las agencias implicadas en la calidad del agua, científicos y más de una treintena de periodistas de países subdesarrollados y en desarrollo se dan cita en estos días en Nairobi para debatir sobre la contaminación de las aguas, sus consecuencias y cómo alertar y concienciar a la población mundial. Según el Programa de la ONU para el Agua hay tres soluciones fundamentales: prevención de la contaminación, tratamiento de las aguas y restauración de los ecosistemas.
Señala que para conseguirlo hay que mejorar en la comprensión de lo que significa la calidad del agua, ampliar la comunicación y educación al respecto, mejorar el enfoque económico y financiero, extender el uso de tecnologías eficaces y tener herramientas legales, institucionales y reguladoras apropiadas.
El velar por la calidad del agua contribuye a la prosperidad, los países pobres que han mejorado el acceso a agua limpia y los servicios sanitarios tienen un ritmo de crecimiento económico medio de un 3,7 por ciento anual, frente al 0,1 por ciento de los que no lo han hecho, según datos difundidos por la ONU.
Las inversiones en infraestructura sanitaria y agua potable tiene compensaciones y según cálculos de la ONU cada dólar invertido puede suponer entre 3 dólares y 34 dólares en desarrollo. Eso sí, donde no existen infraestructuras adecuadas, la población, la industria y la agricultura arrojan cada día 2 millones de toneladas de agua de desecho a los ríos, lagos, mares y océanos.
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