El 22 de marzo fue declarado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en su resolución Nº 47/193, Día Mundial del Agua. "Hay quien dice que es el petróleo del futuro, o el oro azul... ¡quien sabe si ese futuro no es hoy! Analizando el agua como bien económico, es un recurso natural no renovable y reciclable. El agua que tomaba Aristóteles, Julio César y hasta el mismo Jesús es la misma que bebemos nosotros. Sí, así es: la cantidad de agua que existe en el mundo es casi la misma; casi porque la que se utiliza en la construcción o como refrigerante de los reactores atómicos no vuelve al ciclo", explicó Luis Franco, director de Salud Pública, Veterinaria y Bromatología municipal de 25 de Mayo, Luis Franco, quien aportó apuntes a este diario a fin de concienciar a la población.
El 97.5 por ciento del agua es salada (océanos) y el 2.5 dulce, y se encuentra un 75 por ciento inmovilizada (hielo), 24 por ciento subterránea y un 1 en lagos, ríos y suelos. La cantidad total es de 1.300 trillones de litros, de los cuales Sudamérica participa con el 25 por ciento de las reservas totales con una población de alrededor el 6 por ciento del total mundial, Asia posee el 33 de las reservas pero la población de este continente representa al 60 por ciento del total.
En el año 2025 las reservas serán muy bajas en el 40 por ciento de los países: solamente el Norte de Europa, América del Sur, Rusia, Canadá y Oceanía no tendrán problemas.
Sin embargo de este contexto mundial Sudamérica ocupa un lugar privilegiado, de aquí la importancia de Latinoamérica en proporción del agua disponible y consumo.
Si el agua es el petróleo del futuro, ¿podemos inferir que Latinoamérica será el medio oriente del futuro?, se preguntó Franco; respondiéndose: "La situación geopolítica y religiosa es distinta pero que algo ocurrirá en ese contexto es seguro".
En el planeta 1.500 millones de personas consumen un agua "que nosotros no usaríamos ni para lavar el auto, pero hay otros 2.000 millones que no disponen de la misma. Esto ocurre muy lejos pero... todo llega. ¡Qué paradoja! Nosotros regamos calles y veredas con agua potable".
Desde otro punto de vista, somos consumidores y debemos saber que hay tres tipos de agua: el de red (la provee el Estado en forma directa o través de terceros); envasada (no es otra cosa que el agua de red envasada en botellones) y el agua mineral (de origen natural). También la legislación permite una cuarta agua: la mineralizada artificialmente (de red, a la cual se le adicionan minerales permitidos).
¡Qué notable! Los requisitos de algunas sustancias químicas del agua mineral son menos exigentes que para el agua de red y el agua envasada. "Debemos ser precavidos al adquirir agua, y que la publicidad no nos engañe", dijo el funcionario veinticinqueño.
Cuidemos el agua, no la desperdiciemos, potabilizarla tiene un alto costo. Pensemos alguna vez en función de las generaciones futuras. Luis Franco insta a meditar aportando un ejemplo: ¿Por qué hay países que no crían animales? Fácil: es más barato comprar la carne que darle de tomar agua a los animales, sobre todo en las naciones que tienen problemas hídricos. Pensemos en toda la cadena de producción cría, recría engorde y faena y saquemos el gasto real de agua y veremos sin temor a equivocarnos que sólo en agua se han gastado muchísimos cientos de litros en un solo animal.
Otra paradoja: donde "sobra" no nos preocupamos. ¡Estamos a tiempo! No desperdiciemos agua, no la tiremos, no reguemos calles, según Franco "no estamos lejos de tener que pagar un alto costo por un vaso de agua y ese día nos acordaremos de los tiempos en que era algo normal decir que un vaso de agua no se le niega a nadie". |
|
|