De acuerdo al informe del gerente regional de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas), Wiliam Marca, la institución invierte por lo menos 10 millones de dólares al año para la descontaminación de la represa ubicada en Milluni Alto, contaminación producida por la actividad minera.
En visita a las represas de Tuni Condorini y Milluni, el gerente indicó que debido a la actividad minera que existe en el lugar la represa de Milluni tiene un grado de contaminación que se evidencia en el color amarillo y rojo, así como en las piedras que están totalmente cubiertas por los desechos químicos de wolfram y níquel.

GARANTÍA DEL AGUA
Aunque, Marca no precisó el grado de contaminación, aseguró que el agua que consumen en el casco viejo de La Paz está totalmente garantizada, porque se efectúa el tratamiento en la planta de Achachicala.
Explicó que los agentes para la descontaminación requiere de mayor inversión, teniendo en cuenta que Epsas invierte, por lo menos, 10 millones de dólares, pero que el tratamiento sobrepasa en dos millones más.
“Es verdad que la inversión es mayor, pero garantizamos el agua potable que consume la población paceña, porque en Achachicala existe un equipo calificado, además de contar con los insumos para la descontaminación”, recalcó.

REPRESA
Empero, desde la gestión pasada, a raíz de las denuncias de los comunarios de Milluni y del entonces jefe de la Unidad de Servicios Básicos del Gobierno Municipal de El Alto (GMEA), Miguel Ángel Villca, quien dejó sus funciones por revelar informes sobre la contaminación minera en la represa.
En ese entonces sostuvo que la represa de agua de Milluni se encuentra totalmente contaminada por los desechos de níquel y wolfram que salen de la mina, sostuvo el jefe de la entidad.
El funcionario dijo que la producción minera del sector está contaminando las aguas de la represa desde hace tiempo atrás y “que las autoridades municipales así como los de la Prefectura no se preocuparon por suspender los trabajos de la mina”.

INFORME
Ante la denuncia, autoridades y funcionarios de la Prefectura, del propio municipio de El Alto, además del Viceministerio de Medio Ambiente, fueron en diversas oportunidades al sector para establecer el grado de contaminación que tiene la represa y la afectación a la salud de los pobladores.
El resultado de este informe de inspección, corroboró la contaminación por la explotación de seis cooperativas mineras, de las cuales sólo una tenía licencia ambiental.
Sin embargo, no se determinó el grado contaminación ni el cierre de la actividad minera. Aunque existe un compromiso pendiente de normar la actividad con la ley de medio ambiente en vigencia o sustituirla por otra.