Paulatinamente comenzó ayer a mejorar la situación en las zonas afectadas por el desborde del río Salado en el departamento Avellaneda, especialmente en Colonia Dora donde comenzó a bajar el agua que anegaba varios barrios, debido al desvío hacia un viejo cauce del río.
Mientras tanto, personal de Defensa Civil que trabaja en el lugar, confirmó que el agua es derivada hacia la localidad de Icaño, aunque esto no representaría un peligro para la población ya que se escurrirá en zonas bajas del lugar.
“Personal de Recursos Hídricos trabajó durante todo el día poniendo en condiciones el cauce viejo del río y el agua desde Colonia Dora comenzó a escurrir hacia Icaño, pero no hay peligro porque va hacia una zona baja del lugar”, indicó Mario Guzmán, titular de la Dirección de Defensa Civil de la provincia.
Por otro lado, confirmó que otra de las preocupaciones de los funcionarios del Gobierno provincial que se encuentran en el lugar es la situación sanitaria de la población, especialmente debido a la proliferación de mosquitos y otros insectos, aunque no se produjeron casos de urgencias.
“Personal de Salud de la Nación llegó hasta esta ciudad e instaló carpas a donde se brinda atención a los pobladores. Además mañana (por hoy) llegará personal de Sanidad Ambiental y epidemiología, para reforzar la atención a los pobladores”, amplió Guzmán.
Si bien en el lugar el nivel del agua que se encontraba a la vera de la ruta 92 bajó considerablemente y mejoraba la situación en los barrios afectados de Colonia Dora, no están aún dadas las condiciones para que los evacuados regresen a sus domicilios, y continúen alojados en diferentes edificios públicos de la ciudad, donde reciben atención permanente de la municipalidad, la policía y el hospital.
Por otro lado, las autoridades municipales de Colonia Dora están abocadas también a la tarea de controlar los pozos que abastecen a la planta potabilizadora de la ciudad, ante la posibilidad de que se produzca alguna filtración que afecte la calidad de agua que se distribuye a través de la red domiciliaria.
En el lugar se encuentra personal de Defensa Civil, el Grupo Especial de Rescate de la Policía de la provincia, de Recursos Hídricos, del Ministerio de Acción Social y de Gendarmería Nacional, entre otras reparticiones provinciales, las que trabajan en la contención de las aguas y en la atención de las aproximadamente 800 personas que se encuentran alojadas en clubes, escuelas y reparticiones públicas de la ciudad, luego de que sus casas fueran anegadas por el agua.
POSIBILIDAD - El agua podría llegar al barrio Las Malvinas
Vecinos de Añatuya, en alerta por noticias poco alentadoras
Vecinos del barrio Las Malvinas se reunieron ayer en su sede vecinal para delinear posibles acciones a ejecutar para evitar que el sector pudiera ser inundado por las aguas desbordadas del río Salado, luego de que durante la mañana recibieran noticias poco alentadoras sobre el avance hacia su margen izquierda en dirección a la “Capital de la Tradición”.
Si bien miembros de su comisión directiva se mantenían en permanente contacto con funcionarios provinciales y municipales, la preocupación fue creciendo debido a que en horas de la tarde el agua había superado una defensa y se dirigía a la zona de Campo Rosso, distante a unos seis kilómetros de esta ciudad.
Tanto Campo Rosso como Las Malvinas están ubicados al norte de la vera de la ruta provincial 92, es decir en la misma dirección por la que transita el agua del Salado. Entre ambos sectores existen más de 350 familias, muchas de ellas de escasos recursos.
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