De un lado los barrios ricos, del otro los grandes tugurios. Es una nefasta división que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a combatir al inaugurar este lunes en esta meridional ciudad brasileña el Foro Urbano Mundial.
El llamado para involucrar a los gobiernos contra los niveles "muy altos o inaceptables" de desigualdad fue hecho por la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), Anna Tibaijuka.
En la primera de las cinco jornadas de la quinta edición de este encuentro que tiene como tema este año "El derecho a la vida: Uniendo lo Urbano Dividido", Tibaijuka consideró que los líderes mundiales deben invertir en la mejora de las condiciones de vida, para que todos tengan derecho a las "ventajas urbanas".
Se refería al "conjunto de oportunidades" que concentran las ciudades. Desde servicios básicos como saneamiento, a salud, educación, equipamientos públicos y empleo formal, que según la funcionaria "nunca fueron tan valiosos para el desarrollo humano".
Tibaijuka subrayó que estos desafíos imponen "nuevas conexiones y alianzas" entre todas las administraciones de gobierno, desde la presidencial a la provincial y municipal, para optimizar los recursos financieros y operativos existentes.
Un informe de ONU-Habitat presentado antes del Foro, titulado "Estado de las ciudades del mundo 2010-201, indicó que 227 millones de personas en el mundo dejaron de vivir en asentamientos precarios entre 2000 y 2010.
Pero, según advirtió, todavía quedan 827 millones de personas en esas condiciones en las grandes ciudades, 61 por ciento de ellas en África y 24 por ciento en América Latina.
El estudio añade que hay 55 millones de nuevos habitantes de "favelas" (barrios pobres y hacinados) que se sumaron a la población urbana mundial.
Para la responsable de ONU-Habitat, ese tipo de conglomerados habitacionales son "la forma más cruel de la división urbana", asunto que instó a discutir junto a otros como la contaminación ambiental y el crecimiento descontrolado.
El Foro, que convoca a casi 16.000 participantes de distintas partes del mundo, discute una agenda dividida en seis temas: "Llevando adelante el derecho a la ciudad", "Uniendo el urbano dividido", "Acceso igualitario a la vivienda", "Diversidad cultural en las ciudades", "Gobernanza y participación". y Urbanización sostenible e inclusiva".
En un mensaje enviado al encuentro, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ratificó el llamado a los gobiernos. Dijo que la comunidad internacional es responsable de invertir en estas mejoras.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró haber tomado medidas en ese sentido "como nunca antes en la historia" de su país. Entre otras, detalló programas de distribución de la renta y planes de vivienda y de saneamiento básico para todos.
En la inauguración del Foro, Lula dijo que en el siglo actual es responsabilidad de los gobernantes "proyectar una ciudad con mejor calidad de vida".
"La segunda cosa importante es reparar los desmanes causados por muchos administradores del siglo XX, que permitieron que muchas ciudades, en Brasil y en el mundo, se transformasen en una gran favela", destacó.
El mandatario atribuyó la falta de obras de saneamiento en los barrios pobres a una cuestión electoral. Según Lula, da más votos inaugurar un puente.
Añadió que la "pequeñez" de esa gente es no haber percibido que la "imagen más digna" que un gobernante puede dejar como administrador es la de "un niño que puede jugar descalzo en la calle, sin pisar residuos de cloacas a cielo abierto".
El mencionado informe de la ONU especifica que en la última década Brasil redujo su población de favelas en 16 por ciento, lo cual suman 10.4 millones de personas.
ONU-Habitat toma como parámetros para clasificar esos asentamientos precarios, tanto el acceso al agua potable, como el saneamiento básico, la calidad de vivienda y la densidad de habitantes por metro cuadrado.
La ONU atribuyó la reducción de las favelas en Brasil a políticas socioeconómicas implementadas en los últimos años. También a la reducción de las tasas de crecimiento de población y del éxodo de campesinos a las ciudades.
Lula confirmó esos datos, tras invitar a los participantes del foro a visitar las favelas cariocas cercanas, aunque admitió sus peligros de violencia.
Creado en 2001 por la Asamblea General de la ONU, el Foro Urbano Mundial reúne a delegados de gobiernos, de la sociedad civil y del sector privado.
Pero los participantes del Foro Social Urbano que se realiza en las cercanías, en la zona portuaria de Río de Janeiro, no se consideran representados por el encuentro oficial.
Convocado por organizaciones sociales, de lucha por la vivienda, de campesinos, estudiantiles y sindicales, este encuentro paralelo surgió, como el Foro Social Mundial, en contrapunto al Foro Económico de Davos, según explico a IPS Guilherme Matos, uno de sus organizadores.
Matos, un estudiante en planificación urbana de la Universidad Federal de Río de Janeiro, dijo que el foro de la ONU "tiene poco espacio para el debate popular", por cuestiones organizativas y también conceptuales.
El Foro Social Urbano, que comenzó con una manifestación de unas 1.000 personas, también contará con expertos en temas de criminalización de la pobreza y violencia urbana, justicia ambiental en la ciudad, y grandes proyectos urbanos y megaeventos.
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