En el Día Internacional del Agua, el artista plástico Nicolás García Uriburu y Greenpeace tiñeron de verde las aguas del Riachuelo, a la altura de la Vuelta de Rocha, en el barrio de la Boca, para reclamar, de esta forma, el saneamiento definitivo de la cuenca.
Utopía del Bicentenario (1810-2010) 200 años de Contaminación, como llamó García Uriburu a esta acción, se suma a su larga lista de intervenciones artísticas similares que comenzaron en 1968 cuando tiñó de verde las aguas del Gran Canal de Venecia, durante la Bienal de Arte, en el marco de su compromiso personal relacionado con el cuidado del medio ambiente y que, en esta oportunidad, realizó por primera vez en el Riachuelo, uno de los ríos más contaminados del mundo.
La intervención se llevó a cabo en el Día Internacional del Agua, con el fin de unir el alerta por el grave estado del Riachuelo y la necesidad de cuidar un recurso que es cada día más escaso.
García Uriburu apoyado por un grupo de activistas y por los gomones de Greenpeace, vertió a las aguas del Riachuelo una sustancia absolutamente inocua llamada fluoresceína que se diluye y desaparece sin producir impacto de ningún tipo, ante la mirada de vecinos y turistas que se acercaron este lunes por la mañana a contemplar la intervención artística.
La fluoresceína es una sustancia colorante hidrosoluble de color amarillo que produce un color fluorescente verde intenso en soluciones alcalinas. Esta sustancia se usa en oftalmología para examinar los vasos sanguíneos del ojo, para comprobar alteraciones en el epitelio corneal y en el sistema lagrimal, y para probar la permeabilidad de las vías lagrimales, entre otros estudios.
La acción se enmarcó también en la demanda que Greenpeace viene realizando a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo para que avance en el cumplimiento de la sentencia dictada por la Corte Suprema de Justicia que ordena al Estado nacional, al provincial y al Gobierno de la ciudad de Buenos Aires a sanear la Cuenca. En este sentido, Greenpeace denunció que, a 20 meses del fallo, no se han implementado políticas a nivel de toda la Cuenca que contengan metas y plazos concretos.
Además, el plan carece de bases ambientales sólidas, ya que los parámetros establecidos para determinar la calidad del agua, y que son los que definen las condiciones futuras del Riachuelo, no contemplan restricciones a sustancias peligrosas, por lo cual no será posible una recomposición ambiental ni siquiera a largo plazo.
La organización ambientalista reclama de manera urgente la implementación de un Registro Público Único de Sustancias Peligrosas para todas las industrias de la Cuenca, como herramienta para la definición de una línea de base, y que se establezcan metas progresivas concretas de reducción de los contaminantes industriales con el objetivo de llegar a cero vertido de sustancias contaminantes para el año 2020.
"La globalización ha ligado salvajemente nuestras economías, creando una cruel dependencia que ha dividido aún más a la población mundial. Los países desarrollados contaminan el agua con fluídos tóxicos, derraman petróleo en nuestros mares y ríos, sin reparar el daño que ocasionan. Hace más de cuarenta años que intento dar una alarma contra la contaminación de ríos y mares, y es a través de mis acciones artísticas en distintos puntos del planeta que he transformado mi obra en una suerte de alerta contestaria globalizadora. Hoy y con más motivos que hace cuarenta años, sigo denunciando la contaminación del agua, y la salvaje destrucción que hacemos de las reservas del planeta. Un planeta que en nuestra ciega omnipotencia creemos inagotable e indestructible", sostuvo García Uriburu.
García Uriburu realizó su primera coloración de aguas como acción de protesta contra la contaminación en 1968, en el Gran Canal de Venecia, Italia, durante la Bienal de Arte, a la que se sumaron el proyecto de Hidrocromía Intercontinental en 1970, donde unió el río Sena en París, el East River de New York, el Río de la Plata en Buenos Aires y el Gran Canal de Venecia, también coloreó los puertos de Amberes y de Niza, las fuentes de Trafalgar Square en Londres, el contaminado río Rhin en 1981 junto al artista alemán J.Beuys, las fuentes de Plaza Congreso y el Monumento a los Españoles, en Buenos Aires, para conmemorar el regreso de la democracia en 1983.
Estas son algunas de las 21 intervenciones de este tipo que ha realizado alrededor del mundo.Con Greenpeace colaboró en la protesta Proyecto Yaguareté, en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1999 y ese mismo año, realizó la performance "Basta de Contaminar", en el Riachuelo; en 2003 participó en la acción "No a la basura nuclear" en el Palacio del Congreso y hoy encaran juntos este proyecto, que el artista llamó "Utopía del Bicentenario (1810-2010) 200 años de Contaminación" para llamarnos la atención sobre un gravísimo problema de contaminación ambiental que lleva dos siglos sin solución aparente.
EL Día Mundial del Agua fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de diciembre de 1993 a partir de la recomendación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo con el objetivo de que los países consagren este día a realizar actividades para fomentar la conciencia pública sobre la conservación y desarrollo de los recursos hídricos. En 2010, el tema será la calidad del agua y apunta a resaltar la importancia de que todos los hombres accedan a agua de calidad.
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