El estado de Tabasco cuenta con la tercera parte del agua dulce de México; sin embargo, la falta de infraestructura, el manejo inadecuado de los recursos hidrológicos y el deterioro del medio ambiente provocan que no se aproveche esa enorme riqueza lo cual representa un costo enorme en términos sociales y económicos.
Así lo señaló el subsecretario de Atención a Instituciones Políticas y Sociales del estado, Manuel Rodríguez González, al disertar la conferencia magistral “Participación social como elemento fundamental del agua limpia”, en la cual reconoció que desde 1900 se han ido perdiendo los humedales y se ha propiciado la deforestación por la drástica acción humana.
Detalló que México ocupa el lugar 106 de 112 países evaluados en calidad de agua y el 70 por ciento de sus cuerpos de agua ya están contaminados, “lo que podría traer consigo que enfrentemos riesgos en la capacidad productiva agrícola por déficit del vital líquido”.
No es de dudar, dijo, que las futuras guerras sean desencadenadas por el agua, por la búsqueda de la seguridad alimentaria. “El objetivo debe ser entonces dar paso a una política y economía viable para la conservación de la naturaleza”.
Para esto, consideró que la participación social reflexiva y organizada influye en la agenda pública y en los políticos, procurando el cambio de actitud que permita asumir con responsabilidad el cuidado del medio ambiente.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Agua, “Agua limpia para un Tabasco sano”, el funcionario estatal expuso que el cambio de uso de suelo, la deforestación, la erosión, el azolvamiento, el desvío y la sobreexplotación de cuerpos de agua, hasta interrumpir cauces de ríos y volverlos intermitentes, degenera en mala calidad del agua disponible para el consumo humano.
En ese sentido, insistió en que se requiere enraizar la cultura de la participación social organizada entre la población. Indicó que en Tabasco existe la tercera parte de agua dulce en México, con los caudalosos ríos Usumacinta y Grijalva, que conforman la cuenca hidrológica más importante del país.
Por ello, destacó que es un reto la conservación del recurso natural, así como el enfrentar la paradoja de fuertes y prolongadas sequías en la entidad.
Expuso que en 2007, previo a la peor inundación en Tabasco, se presentó una intensa sequía, condiciones que se repitieron en 2008 y 2009. Ante ello, Díaz Rodríguez refirió que las afectaciones mostraron la falta de infraestructura, por lo cual en este momento se enfrenta el desafío de concluir el Plan Hídrico Integral de Tabasco.
A su vez, el diputado local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Pascual Bellizzia Rosique, recalcó que en un país cuyo territorio es mayormente seco, Tabasco es un estado privilegiado por la naturaleza.
“Tenemos tanta agua que cada año, el Grijalva y el Usumacinta vierten al Golfo de México la inmensa cantidad de 125 mil millones de metros cúbicos de agua dulce; es decir, cinco millones de metros cúbicos cada hora, cantidad suficiente para abastecer 20 veces la zona metropolitana del Valle de México”, puntualizó. Desafortunadamente, añadió, a pesar de esta riqueza, “los tabasqueños no sabemos qué hacer con el agua.
Tan es así, que en la temporada de estiaje padecemos sequía y cuando es la temporada de huracanes nos inundamos. No podemos seguir así, sobre todo si contamos con el 35 por ciento del agua que corre por México”.
Bellizzia recordó que las guerras del futuro cercano no serán por el petróleo ni por alimentos, sino por el agua; dentro de 20 años, precisó que más del 60% de la población mundial residirá en zonas urbanas, lo que traerá en consecuencia enormes presiones sobre los recursos de agua dulce para atender las necesidades domésticas, comerciales, industriales y de la agricultura.
Ante esta necesidad, señaló que las ciudades buscarán agua subterránea y agua superficial cada vez más lejos “y es aquí en donde se abren nuevas oportunidades para Tabasco”, apuntó el legislador pevemista. |
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