Cuba proclamó hoy en Naciones Unidas la necesidad de reconocer el acceso al agua como un derecho humano fundamental.
La Asamblea General de la ONU debería adoptar cuanto antes, este mismo año, una resolución que reconozca ese derecho, subrayó el encargado de negocios de la misión permanente de Cuba, Rodolfo Benítez.
Al hablar en un diálogo interactivo realizado aquí con motivo del Día Mundial del Agua, el diplomático advirtió que algunos países se oponen a esa iniciativa, "incluyendo muchos que se autoproclaman líderes de los derechos humanos a nivel mundial".
Basta de hipocresía y doble rasero. Hay que actuar sin más demoras, insistió el representante cubano, en su intervención en el panel titulado El Agua y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Apuntó que Cuba alcanzó un importante desarrollo hidráulico, a pesar de las dificultades para acceder a nuevas tecnologías y productos de la industria del agua derivadas del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos.
Destacó que el programa hidráulico desarrollado por la Revolución Cubana permite que el 96,4 por ciento de la población de la isla tenga hoy acceso al agua potable.
La meta acordada por la ONU de reducir a la mitad el número de personas sin agua potable es un propósito cumplido por Cuba desde hace años, puntualizó.
Sin embargo, dijo que la situación mundial es bien diferente y no se podrá concretar el compromiso contraído en la Cumbre del Milenio de reducir a la mitad antes del año 2015 el número de seres humanos sin acceso al agua potable.
Benítez sostuvo que la solución a los problemas del agua pasa por la transformación del actual injusto orden económico internacional que imposibilita a los países en desarrollo disfrutar de nuevos y adicionales recursos financieros.
Cambiar los actuales patrones de producción y consumo insostenibles constituye una exigencia esencial del desarrollo sostenible, aseveró.
El diplomático también habló en el panel titulado El Agua, el cambio climático y los desastres, donde reclamó la creación de fondos y mecanismos financieros ajenos a los dictados discriminatorios y condicionamientos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
Recursos dirigidos a respaldar la ejecución nacional de acciones que incrementen la cobertura de agua potable, el saneamiento ambiental, la producción agrícola y acuícola, la gestión integrada del agua y el manejo sostenible de ecosistemas, explicó.
Aseguró que esos fondos se pueden obtener a través de la cancelación de la deuda externa y la eliminación de los subsidios agrícolas.
También si se destina al menos el 10 por ciento del dinero que cada año se emplea para gastos militares como fondos de los países en desarrollo para enfrentar con éxito la inseguridad alimentaria y los desafíos del cambio climático, agregó.
Habrá recursos más que suficientes si los países en desarrollo cumplen con su compromiso de asignar el 0,7 por ciento de su Producto Interno Bruto a la Asistencia Oficial al Desarrollo, concluyó |
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