México necesita diseñar nuevos esquemas de distribución y reutilización de sus recursos hídricos debido al déficit actual y las crisis perspectivas, reiteraron entes gubernamentales en ocasión del Día Mundial del Agua.
El director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luegue, consideró que la racionalidad constituye un imperativo para enfrentar los crecientes impactos del cambio climático.
Anualmente, el país recibe unos mil 488 miles de millones de metros cúbicos de agua en forma de precipitación, 72 por ciento se evapora y regresa a la atmósfera, 25,4 por ciento escurre por ríos y arroyos, y apenas 5,3 por ciento llega al subsuelo y recarga los acuíferos, según datos oficiales.
La disponibilidad natural media del líquido por habitante es uno de los indicadores que ilustran el conflicto: esa proporción disminuyó de 18 mil metros cúbicos per capita al año en 1950 a cuatro mil 312 en 2007, precisa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Desde el punto de vista hidrológico, el país presenta dos grandes zonas: en la primera -integrada por el norte, centro y noroeste- reside el 77 por ciento de la población y se genera 87 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero solo posee el 31 por ciento del agua renovable, señala Estadística.
Las aguas subterráneas, valora INEGI, resultan cada vez más importantes debido a la magnitud del volumen utilizado por los diferentes usuarios; cerca del 37 por ciento del total es para uso agrícola, abastecimiento público, industria autoabastecida y termoeléctricas.
Evaluaciones de la Secretaría de Agricultura complementan el análisis al alertar que uno de los problemas fundamentales es el uso ineficiente del agua debido a sistemas de riesgos tecnológicamente atrasados.
En los últimos 30 años el número de acuíferos sobreexplotados creció de 32 en 1975 a 101 en la actualidad; de estas fuentes se extrae el 36,6 por ciento del agua subterránea para todos los fines, mientras el líquido que se recarga o infiltra representa sólo 17,3 por ciento del total disponible, refiere INEGI.
Debido a la sobreexplotación, las aguas extraídas tienen mayor concentración de sales, lo que resulta más crítico en el caso de los 17 acuíferos afectados por la intrusión marina e igual número con agua salobre o que están ubicados en suelos salinizados, indica el reporte de INEGI. |
|
|