La mayor parte de los 800 evacuados de la localidad santiagueña de Colonia Dora, inundada la semana pasada por el desborde del río Salado, había regresado ya a sus hogares, pero la pérdida de la producción agrícola era casi total y había preocupación por la situación sanitaria.
Por otra parte, los cultivos de algodón, verduras y hortalizas quedaron bajo el agua, con lo que la economía de subsistencia de muchas familias quedó destruida.
Fuentes de Defensa Civil advirtieron que habían proliferado los mosquitos y otros insectos, a raíz de la gran humedad reinante en esa amplia zona del sudeste provincial. |
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