El ingeniero Eduardo Flamenco, del Instituto de Clima y Agua del INTA –Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, estación Castelar, presentó hoy el “Pronóstico estacional de derrames del río Paraná, período abril a setiembre 2010”. El trabajo permite deducir que en el litoral fluvial de la Argentina habría importantes niveles de crecida en ese período. No obstante, los picos de crecida que se estarían registrando en el Paraná en el otoño e invierno serían menores a los que provocaron las inundaciones históricas de 1983, 1992 y 1998 –cuyos datos comparativos se consignan en el informe. www.proteger.org.ar/download/archivos/pronostico-rio-parana-abril-setiembre-2010.pdf.
Entretanto, los modelos estadísticos y dinámicos de la NOAA-USA estarían indicando el debilitamiento del fenómeno de El Niño, con tendencia a condiciones normales hacia el fin del otoño en las temperaturas superficiales del mar en la franja ecuatorial del Océano Pacífico.
El pronóstico es reconocido por el alto nivel de confiabilidad, siendo una referencia para organismos nacionales, para quienes desarrollan actividades en áreas ribereñas del litoral fluvial del país y para la seguridad de las poblaciones costeras. Eduardo Flamenco, ingeniero en recursos hídricos egresado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), trabaja además actualmente en la preparación de pronósticos estacionales de lluvias para el centro y nordeste de la Argentina.
PROTEGER ha brindado información al público sobre el comportamiento del río Paraná desde octubre de 1997, cuando el pronóstico del Ing. Flamenco anticipó con ocho meses de antelación la gran crecida del Paraná de mayo de 1998. Desde 2004 PROTEGER mantiene actualizado el pronóstico en su página web.
De abril a setiembre 2010
El pronóstico del volumen estacional del río Paraná calculado desde abril hasta setiembre de 2010, es de 353.000 hectómetros cúbicos (hm³). Para tener referencia de lo que representa este volumen pronosticado, en situaciones normales el volumen acumulado que escurre en el río Paraná en el puerto de Corrientes, desde abril hasta setiembre, varía entre 236.000 y 254.000 hm³. Y en situaciones extremas (inundaciones históricas) el volumen observado durante el período abril – setiembre fue, por ejemplo, en 1983 de 658.000 hm³, en 1998 de 454.000 hm³, y en 1992 de 447.000 hm³ –especifica el experto.
“De acuerdo a un análisis estadístico de los derrames (en hm3) históricos abril-setiembre, y considerando la serie 1905–2008, el pronóstico actual estaría indicando que durante la temporada otoño - invierno del 2010 es de esperar en el puerto de Corrientes derrames estacionales caracterizados como los de una temporada húmeda. Es decir, los caudales medios mensuales se ubicarían por encima de las condiciones normales, con alta probabilidad de ocurrencia de ondas de crecidas entre los meses de mayo y julio 2010”, advierte.
El Cuadro 1 muestra el pronóstico de la altura hidrométrica media mensual desde abril hasta setiembre 2010, en el puerto de Corrientes –una referencia para los otros puertos del litoral fluvial. El valor central corresponde al valor más probable de las alturas medias mensuales. Los datos correspondientes al límite inferior y superior representan el rango de alturas entre las que puede oscilar dicho pronóstico central. La última columna del cuadro consignará con el transcurso de los meses las alturas medias mensuales observadas.
“Un aspecto importante es que esta caracterización corresponde al régimen de caudales del río Paraná en la estación Corrientes, es decir, la metodología no ha sido desarrollada para el pronóstico de lluvias que pudieran ocurrir en localidades ubicadas en las áreas de influencia dentro de la cuenca de este río”, se indica en el informe.
Un modelo mejorado
“El modelo que hemos calibrado y mejorado en el marco de un proyecto específico iniciado en enero de 2007, titulado “Disponibilidad y dinámica de los recursos hídricos superficiales y subterráneos en las ecoregiones definidas por INTA, usa una rama de la inteligencia artificial denominada Redes Neuronales Artificiales, siendo aplicado durante la etapa de aprendizaje el algoritmo Back Propagation”, señala Flamenco. Y añade, “vaya nuestro agradecimiento al ingeniero Daniel Calvo del Instituto Nacional del Agua, por haber facilitado el software necesario para la aplicación de la técnica de Redes Neuronales Artificiales” –consigna Flamenco.
El modelo fue calibrado para realizar pronósticos en el río Paraná cubriendo una amplia rango de situaciones del sistema acoplado océano–atmósfera en el Pacífico Ecuatorial, es decir, estados “neutro, calentamiento (fase El Niño) y enfriamiento (fase La Niña)”.
Precisamente, “las condiciones pronosticadas por los diversos modelos estadísticos y dinámicos que son publicados por la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA-USA), estarían indicando el debilitamiento del fenómeno El Niño con tendencia a condiciones normales entre mayo y junio, en las temperaturas superficiales del mar de la franja ecuatorial del Océano Pacífico”, puntualiza.
“Se ha realizado este breve comentario con relación a este fenómeno océano–atmósfera debido a la vinculación e impacto que su presencia representa para la Cuenca del Plata y en particular para el río Paraná”, indica finalmente el especialista.
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