El Organismo Regulador de Seguridad Presas (Orsep) ratificó ante los intendentes de las localidades ubicadas aguas abajo de las obras hidroeléctricas que los movimientos sísmicos ocurridos en Chile "no repercutieron" en las obras de la región y que "el nivel de riesgo de que alguna colapse es casi nulo".
El director de Orsep Comahue, Francisco Giuliani, aseguró ayer que "la experiencia mundial demuestra que las presas no se caen" y ejemplificó con las obras chilenas ubicadas cerca del epicentro del terremoto "que no colapsaron" a pesar de la magnitud del sismo registrado.
Con mucha vehemencia explicó, incluso, que la mayoría de los instrumentos que están en las presas y que miden los movimientos de suelo "ni siquiera empezaron a funcionar porque el límite de calibración está mucho más alto", que los temblores que se sintieron en la región.
Un plan de acción
Además de oír sobre el estado de las obras hidroeléctricas, los jefes comunales coincidieron en la necesidad de retomar el trabajo con la comunidad. El cipoleño Alberto Weretilneck opinó al respecto que saber que las presas no sufrieron daños no los exime de generar el plan de acción que debe tener cada municipio "ante posibles crecidas extraordinarias de los ríos. Son cuestiones en las que tenemos que seguir trabajando", reconoció. En el encuentro de ayer participaron representantes de 15 municipios de la región.
En la mayoría de los casos fueron los mismos jefes comunales quienes escucharon de parte de los técnicos de Orsep que las presas "están impecables" no sólo porque no sufrieron daños sino también "porque sistemáticamente se desarrollan trabajos de mantenimiento correctivo".
El objetivo central de la reunión que se realizó en la municipalidad cipoleña fue conocer de boca de los responsables de la fiscalización de la seguridad de las presas, "los datos técnicos necesarios para llevar tranquilidad a la población que recibió a través de medios electrónicos y redes sociales una serie de informaciones inexactas que generaron miedo", explicó Weretilneck.
Giuliani destacó en poco más de media hora, las razones por las cuales "las presas están preparadas para resistir los terremotos más extremos", aún cuando "es prácticamente imposible que un sismo de esas características ocurra en la zona".
En términos generales, presentó argumentos de dos tipos. Uno, por la posición geográfica de todo el sistema, ubicado por fuera de zonas sísmicas de riesgo. El otro, por el permanente trabajo en el control de la seguridad estructural y operativa en todas las unidades que componen el sistema.
En este último plano, enumeró las inspecciones y auscultación de obras que se realizan periódicamente, como así también los ensayos de operabilidad de las compuertas, las medidas correctivas y de mantenimiento y las auditorías técnicas por consultores independientes.
De todos modos, aseguró que las presas están preparadas y controladas de acuerdo a rigurosos protocolos internacionales para resistir situaciones extremas que puedan llegar a venir, aunque esté "científicamente comprobado de que no van a suceder".
Foto: Archivo Programa Infoagua
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