La obra de saneamiento más importante de los últimos 20 años para esta ciudad, con una inversión de 58 millones de pesos, comenzó ayer en los hechos con la firma del acta acuerdo entre el municipio y el Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa), para la construcción de dos plantas de tratamiento de efluentes que serán parte del sistema integral diseñado para la cuenca Lácar.
De la rúbrica participaron la intendenta Luz Sapag y la presidenta del Concejo Deliberante, Cristina Frugoni, los funcionarios del Enohsa, José Luján y Mauro Millán. También asistieron al acto en el teatro San José, los representantes de la empresa que ganó la licitación y que tendrá la responsabilidad de completar las obras en los próximos 24 meses.
De las dos obras, una es en verdad la readecuación y ampliación de la "Planta de Tratamiento de Efluentes 1" (PTE1) sobre el lago Lácar, que en la práctica duplicará su actual capacidad con un complejo construido en espejo. La otra construcción es la de la "PTE3" en Chacra 4.
El primero de los complejos servirá para el tratamiento y disposición de los líquidos generados en el casco histórico de la ciudad, mientras que el segundo, que se instalará en tierras cedidas por el Ejército con ese fin, servirá para igual cometido en todo el resto del llamado Valle del Lácar, desde Chacra 4 hasta Chacra 32.
Por otra parte, la inversión es de 58 millones de pesos y fue adjudicada a una UTE. Con las nuevas plantas, el servicio debería estar asegurado hasta el 2028, para una población proyectada de 72.000 personas.
Como se apuntó, las plantas forman parte de un sistema integral de saneamiento, que contempla el transporte, tratamiento y disposición final de los efluentes, sobre el lago Lácar.