Por el momento, la situación generada por la crecida del río Dulce en los departamentos Avellaneda y Taboada, estaría controlada, ya que se lograron cerrar los lugares por donde se escurría del agua, según lo informado ayer a EL LIBERAL por el jefe del Cuerpo Especial de Rescate (Ger) de la Policía de la provincia, Juan Maresca.
“Durante nueve días hemos trabajado prácticamente entre las seis de la mañana y las cuatro del día siguiente, y por suerte podemos decir que le hemos ganado una pulseada al río, porque se hicieron los bordes necesarios en los lugares por donde había desbordado”, indicó Maresca.
Por otro lado, indicó que el estado general de las personas que continúan evacuadas es bueno, mientras que fuentes de los centros asistenciales tanto de Añatuya como de Colonia Dora confirmaron que no se produjeron casos preocupantes, y que no se esperaban epidemias.
Sobre el estado del río, Maresca dijo que las aguas tienden a bajar, aunque con los trabajos que se realizaron hasta el momento, se controlaría en caso de que haya nuevos desbordes.
“No tenemos información respecto de que se vaya a derivar un caudal superior de agua desde la provincia de Salta, pero si llegaran a producirse nuevas lluvias, estamos preparados para controlar la situación. Se ha trabajado en los tapones del río, y por el momento no hay riesgos de nuevos desbordes”, indicó.
Mientras tanto, las casi 800 personas que permanecen en los centros de evacuación en la ciudad de Colonia Dora, siguen recibiendo asistencia de parte de los ministerios de Desarrollo Social y Salud, de Defensa Civil y del Ger.
“El personal femenino del Ger se encarga de trabajar brindando asistencia a los profesionales y a las personas que atienden a los evacuados, mientras que el masculino está a cargo del control del río. Todas las personas que dejaron sus viviendas están siendo atendidas permanentemente y en general están en buenas condiciones”, amplió el funcionario policial.
De todos modos, la normalización de la situación en Colonia Dora y su zona de influencia llevará bastante tiempo, porque el agua que salió del río quedó estancada y su escurrimiento será lento y deberá haber un fuerte control para evitar que perjudique otros lugares.
“Por el momento se hizo todo para que no desborde el río, pero el agua que quedó estancada demorará en escurrirse, habrá que derivarla muy lentamente hacia el sur y controlar que no se vaya hacia otros lugares”, indicó finalmente Maresca.
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