El Enress propuso al Poder Ejecutivo un esquema de actualización tarifaria diferente del que impulsó la empresa Aguas Santafesinas SA y de los que hasta ahora se han aplicado en la concesión.
El Ente Regulador de los Servicios Sanitarios -tal como había adelantado El Litoral- impulsa aumentos diferentes según el nivel económico de los usuarios: toma para construir una escala la superficie cubierta de los inmuebles y aplica diferentes subsidios según el tamaño de cada casa.
Los ejemplos promedio informados por el Enress indican que a los usuarios de viviendas de hasta 70 metros cuadrados (m2), el aumento será de $ 3,41 por bimestre. Hasta 110 m2, $ 11,88; hasta 200 m2, $ 25,57, y hasta 900m2, el aumento de $ 60,35.
La propuesta de incremento de precios presentada por Assa mantenía un sistema de subsidio estatal a todos los usuarios de esa empresa (que sólo cubre 15 distritos en la provincia), sin considerar su condición socioeconómica real ni sus niveles de consumo.
En cambio, el Enress propuso “un sistema de subsidio estatal diferente al vigente: que el mismo sea progresivo y de modo que el aumento efectivo sobre la tarifa de los usuarios del servicio no sea superior a los valores establecidos” en un cuadro que crea una nueva escala entre los usuarios residenciales.
La resolución del Enress no se sale de los límites que en materia de regulaciones tarifarias le impone la ley 11.220 (que privatizó la Dipos, en 1994), pero cambia la lógica de su aplicación: redirecciona los subsidios estatales de manera de alcanzar sólo a una parte de los usuarios de agua potable y cloacas.
El nuevo esquema -aún falta el visto bueno del Poder Ejecutivo- aumenta sobre todo las tarifas de las viviendas más grandes y de los comercios e industrias (que siguen sin tener categorías específicas, como las de la EPE). Una modificación de este tipo requeriría cambiar la legislación.
Antecedentes
“La empresa Aguas Santafesinas SA efectuó una presentación solicitando la revisión de la tarifa de los servicios sanitarios de agua potable y desagües cloacales -que presta en quince distritos de la Provincia de Santa Fe- ante el Ministerio de Aguas Servicios Públicos y Medio Ambiente (Maspyma)”, recuerda un parte de prensa del Enress.
“Cabe señalar que el Maspyma es la autoridad de aplicación, es quien tiene la última palabra sobre el incremento tarifario solicitado por Assa, previo dictamen del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress)”, sigue el texto.
El ente de control “elaboró la resolución 0345, con fecha 22 de marzo, en la cual destaca en sus considerandos la importancia la realización de las Audiencia Pública llevadas a cabo en las ciudades de Santa Fe y Rosario, donde la opinión de los distintos actores involucrados fueron contempladas en esta resolución”.
Medidor de eficiencia
La enorme mayoría de los usuarios de Assa no tiene medidor de caudal de agua domiciliario. El ítem “micromedición cobertura del 100 % del área concesionada en el año 10 de la concesión” es uno de los tantos incumplimientos contractuales de la operación diseñada en los ’90, abortada en 2006, tras su evidente fracaso.
La resolución del Enress busca avanzar -en algo al menos- para subsanar esa falencia, señalada reiteradamente durante las exposiciones de las audiencias públicas sobre la tarifa de Aguas, celebradas en Santa Fe y Rosario.
Los expositores que representaron a los usuarios, tanto desde las entidades intermedias organizadas con ese propósito como desde otros ámbitos de participación política, se ve a los caudalímetros como una suerte de medidores de eficiencia, que permitirían saber cuántos metros de agua se producen, cuántos llegan a los hogares y cuántos se pierden en las redes. Los aparatos tienen la virtud de limitar el consumo hogareño desmedido, el derroche, porque se paga por lo efectivamente utilizado. Las cooperativas de agua potable incluyen a los caudalímetros cada vez que suman usuarios al servicio.
Plan de 10 años
El Enress le recomienda a Assa “reformular parcialmente el plan de obras previsto para el corriente año, incorporando un plan de micromedición que prevea la instalación en los lugares de mayor consumo de la cantidad de dispositivos que sea necesaria para alcanzar un total de 100.000 medidores instalados en todo el ámbito de su prestación”, dice un parte de prensa del Ente de Control.
Agrega una recomendación: presentar en un plazo de 6 meses “un proyecto integral de micromedición de Mediano y Largo plazo, que contemple las obras y acciones, incluso complementarias, que sean necesarias para alcanzar, en un período de 10 años, un porcentaje de cobertura equivalente, como mínimo, al 75 % de las conexiones existentes a su vencimiento”.
Aguas: “No se cubre el déficit”
Enviar por mail - ImprimirAguas Santafesinas cruzó de inmediato la información suministrada por el Enress, en el marco de la discusión por el aumento de las tarifas de los servicios sanitarios.
El presidente del Directorio de Assa, Alberto Daniele, dijo que la propuesta del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) “es interesante” pero que “el porcentaje global que implica la propuesta está bastante lejos de cubrir el déficit operativo de la empresa”.
En declaraciones radiales, Daniele indicó que “hemos traído a la empresa la oferta para su análisis. A vuelo de pájaro le puedo decir que es interesante la generación de tarifas de incrementos diferenciales por bandas de consumo. Pero también debo decir que el porcentaje global que implica la propuesta está bastante lejos de cubrir el déficit”.
Assa sostiene que sufre un atraso tarifario del 129 %. Sin embargo, el ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente pidió al Enress una suba generalizada y progresiva que sume el 87 % en el primer bimestre de 2011.
Para Daniele, el Enress cubre con su propuesta “casi la mitad de ese valor”. “Como filosofía -dijo el administrador de Assa- nos parece interesante, como valores netos de recaudación nos parece insuficiente”.
Para entender las facturas
Las facturas de Assa responden a una fórmula polinómica. Una de sus variables es el valor del metro cúbico de agua y otra el volumen de agua que consume el cliente. En esa fórmula matemática el volumen de consumo de agua se identifica con la letra Q.
Como casi nadie tiene medidor en los pueblos y ciudades de la concesión, los privatizadores de Dipos de los ‘90 (siguiendo una tradición de aquel prestador público) convirtieron a los metros cubiertos en metros cúbicos, se creó entonces el concepto de “volumen asignado”, o “QA”.
El QA supone que cuanto más grande es un inmueble más agua gasta, más allá de cuántas personas la habiten o del uso que se haga del servicio. Son muy pocos los que en su facturas tienen la sigla “QM” consume medido pagan por lo que consumen, ya que tienen el medidor.
El régimen tarifario actual no contempla si se trata de una casa, un comercio o un industria que usa agua como insumo.
Tabla
El aumento diseñado por el Enress contempla tres etapas para distintos rangos de volumen asignado o medido. Cada usuario puede en su factura verificar a qué rango de QA o QM pertenece. A continuación el rango de usuario y los porcentajes de aumento para las etapas uno, dos y tres.
De 0 a 22 metros cúbicos: 19%, y 0% en las etapas dos y tres.
De 22,15 a 40 m3: 29%, 5% y 0%.
De 40,01 a 70 m3: 29%, 8% y 5%.
De 70,01 a 300 m3: 39%, 8% y 5%.
Más de 300 m3: 49%, 8% y 5%.
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