Este viernes la Comisión Nacional del Agua (Conagua) presentará ante el presidente Felipe Calderón la Agenda del Agua 2030, cuyos principales ejes para los próximos 20 años son: ríos limpios de basura y contaminación, cobertura universal de agua potable, cuencas en equilibrio y que no haya poblaciones en áreas vulnerables a inundaciones.
En cuanto a la cobertura universal, a pesar de que actualmente 88 por ciento de la población está conectada a la red de agua potable, 37 por ciento de esos hogares reciben el líquido sólo por algunas horas, y 15 por ciento de las aguas residuales son tratadas en cerca de mil 800 plantas, mientras el resto se descarga en los cuerpos receptores, indican datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con lo que en diversas ocasiones ha delineado el titular de la Conagua –organismo desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales–, José Luis Luege Tamargo, la Agenda 2030 plantea que para alcanzar esos objetivos se deberá establecer una coalición institucional que involucre a actores políticos y sociales.
Ha señalado también que mantener los ríos limpios exigirá que sean tratadas todas las aguas municipales e industriales, eliminar la basura de los cauces y los lagos y tener bajo control las fuentes de contaminación difusa.
En cuanto a cobertura universal indicó que los suburbios urbanos estarán conectados con las redes de abastecimiento; las localidades rurales tendrán agua potable y los organismos operadores funcionarán eficientemente.
En cuanto a fechas señaló que para 2015 habrá cuencas en equilibrio y para ello se tendrá toda la superficie de riego tecnificada, cuencas autoadministradas y todas las aguas tratadas será reutilizadas. En 2016 los asentamientos humanos deberán estar libres de riesgo de inundación, para lo cual planteó “un ordenamiento territorial eficaz, liberar de asentamientos humanos las zonas inundables, y crear sistemas de alerta y prevención con tecnología de punta”.
La Conagua se propone para 2024 que todas las localidades rurales tengan disponibilidad de agua potable y que en 2025 las aguas industriales sean tratadas en su totalidad. Hacia 2030 se lograría que los acuíferos estén en equilibrio y controladas las fuentes de contaminación difusa.
De acuerdo con un análisis del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, 87 por ciento de las plantas potabilizadoras de agua están en operación, según datos del Inegi, y aunque entre 2000 y 2005 creció 40 por ciento el número de estas plantas en el país, el volumen de litros procesados apenas creció 11 por ciento.
Luege Tamargo refirió que se desinfecta 96 por ciento del total de agua suministrada por la red pública, pero existe “incapacidad para garantizar una frecuencia alta en el servicio, lo cual vulnera directamente el disfrute del derecho”.
Si bien 88 por ciento del total de los hogares a nivel nacional cuentan con acceso al servicio de la red pública de agua potable, la frecuencia en la disponibilidad en estos hogares ha descendido año con año: en 2008, 37 por ciento de las viviendas solamente recibían agua unas horas al día.
El organismo señala que el estancamiento en la cobertura de agua y la tendencia a la baja de la frecuencia del servicio han desencadenado una discusión pública nacional, en la que se ubica, por un lado, al agua como un bien común que debe administrarse eficientemente, y la otra la entiende como un bien privatizable o mercancía.
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